La evangelización del mundo obrero y del trabajo tiene en la Iglesia española una trayectoria de muchas décadas de la mano, sobre todo, de los movimientos apostólicos obreros.
En ese largo recorrido, en noviembre de 1994 la Conferencia Episcopal Española aprobó el documento La Pastoral Obrera de toda la Iglesia, que suponía un reconocimiento de toda la labor realizada hasta entonces y pretendía impulsar la pastoral obrera como tarea de toda la Iglesia, transversal en la vida y misión de la Iglesia.
Conmemoramos ahora los 30 años de ese importante y valioso documento. Se trata, sobre todo, de hacer memoria agradecida de toda la labor realizada y del camino recorrido, de la entrega de tantas personas, organizaciones y movimientos eclesiales al servicio de la vida digna en el mundo del trabajo desde la propuesta de fraternidad del Evangelio de Jesús. Una memoria agradecida que tiene una dimensión muy importante de reconocimiento del presente y de proyección de futuro, para dar un nuevo impulso a la pastoral del trabajo de toda la Iglesia.
La Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción Humana de la Conferencia Episcopal, en su Mensaje con motivo de este 30 aniversario, ha subrayado la necesidad de reafirmar el compromiso en la defensa de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras y en la promoción del trabajo decente, renovando la presencia de la Iglesia en el mundo del trabajo desde «una mirada que nos permita actualizar en las nuevas circunstancias una propuesta pastoral para toda la Iglesia». Mirada y presencia en el mundo del trabajo que sea «transparencia del amor misericordioso de Dios». De tal manera que continuemos recorriendo los senderos de la misericordia y la justicia, para que «el trabajo sea una manera de cuidarnos construyendo fraternidad». Para ello es esencial prestar particular atención a quienes sufren empobrecimiento en el mundo del trabajo: «La realidad de la falta de salud y seguridad en el trabajo, el drama de la siniestralidad laboral con las consecuencias que ello tiene para las víctimas y sus familias, la precarización del empleo y de los derechos sociales de las familias, la realidad de los trabajadores pobres, la falta de esperanza con que las personas jóvenes ven su futuro laboral, la realidad de tantos trabajadores y trabajadoras migrantes sin derechos, la desesperanzada mirada con que las personas en situación de desempleo de larga duración afrontan su vida, o la de tantos pensionistas sin recursos suficientes para una vida digna». Son «lamentos y súplicas que llegan hasta el corazón de Dios» y nos llaman a la Iglesia a seguir acompañando a quienes las sufren y buscar justicia y dignidad para todas ellas.
El presente y el futuro de la pastoral del trabajo de toda la Iglesia pasa por tres dimensiones fundamentales. La primera, ese caminar junto a las personas y familias empobrecidas del mundo del trabajo. La segunda, crecer en la conciencia y práctica de que en la misión evangelizadora de la Iglesia es fundamental la debida atención al mundo del trabajo, porque para servir a los pobres –corazón de la vida y misión de la Iglesia– el trabajo en condiciones decentes es fundamental, es clave la construcción de una sociedad fraterna (cfr. Juan Pablo II), es «el gran tema» (cfr. Francisco), por lo que el trabajo es como necesidad humana radical para las personas, las familias y la sociedad; y porque la violación de la dignidad del trabajo es causa fundamental de la existencia de empobrecidos (cfr. Juan Pablo II). La tercera, crecer en la conciencia y la práctica de que la Iglesia estamos llamados a proponer en nuestra sociedad el Evangelio del Trabajo, la sagrada dignidad del trabajo humano, la dignidad que el trabajo tiene y da.
***
DIÁLOGO Y PARTICIPACIÓN | Este editorial está abierto a tu valoración. Lo puedes comentar aquí, en la página de la HOAC en Facebook y/o en la cuenta de X (antes Twitter). También lo puedes compartir en las redes sociales, utilizando la etiqueta #30AnivPOTI. Si lo prefieres, puedes hacer llegar tu opinión al correo electrónico participacion@noticiasobreras.es