
…nos alegramos de que la Iglesia tome una conciencia cada vez más viva de la propia forma, esencialmente evangélica, de colaborar a la liberación de los hombres. Y ¿qué hace? Trata de suscitar cada vez más numerosos cristianos que se dediquen a la liberación de los demás. A estos cristianos «liberadores» les da una inspiración de fe, una motivación de amor fraterno, una doctrina social a la que el verdadero cristiano no solo debe prestar atención, sino que debe ponerla como base de su prudencia y de su experiencia para traducirla concretamente en categorías de acción, de participación y de compromiso (EN 38, san Pablo VI).
4º Domingo TO_compressed
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