¡Qué necesidad de conversión hay en mi vida! Cuántos recovecos escabrosos, caminos torcidos, muros… que necesitan ser iluminados y recobrar la transparencia de lo sencillo. También los hay en el ambiente que me rodea, en la vida obrera, en las asociaciones e instituciones… El camino de Adviento requiere despojarse de carga inútil; pero hay que saber reconocer aquello de lo que hemos de desprendernos, de lo que estorba.