La clave de la Palabra de Dios este domingo, la de nuestra misión, es el seguimiento de Jesús. Y, aunque en ocasiones parezca que lo olvidamos, seguir a Jesús comporta desprendimientos, renuncias, conflictos. Conlleva realizar opciones decisivas que no siempre son fáciles, porque en ese camino no caben medias tintas. Solo es posible seguirle cargando con la cruz. La tentación es leer esta propuesta de Jesús como si fuera un lenguaje simbólico. Pero no. Un seguimiento que no lleve la señal del conflicto y de la cruz, tiene poco que ver con Jesús de Nazaret.
13º Domingo TO
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