Necesitamos fiarnos de Dios. Seguir buscando el reino de Dios y su justicia –seguir buscando a Dios– nos hará vernos envueltos muchas veces en oscuridades y decepciones, en fracasos y dudas. Tenemos que aprender a creer en ese horizonte de crisis en que vivimos. Tenemos que aprender, cada día, a no vivir en la certeza de nosotros mismos.
27º Domingo TO