ASTORGA. La HOAC se une al dolor por la muerte repentina, a los 62 años de edad del obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, y expresa su cercanía en estos difíciles momentos a sus familiares, allegados, colaboradores y fieles diocesanos. Oramos, en la esperanza de la resurrección, por su vida de entrega al servicio de la Iglesia, y pedimos, a la luz de la fe cristiana, por quienes han sentido este gran pérdida.

En el breve espacio de tiempo, tres años y medio, que pastoreó esta diócesis, Juan Antonio la revitalizó con su empeño, sacrificio, cercanía y sencillez. Su preocupación e interés por conocer de primera mano la realidad pastoral de la diócesis le llevó a visitar la mayoría de los pueblos, siendo pocas las parroquias que le quedaban por visitar. Revitalizó totalmente la curia diocesana, a la que imprimió dinamismo y efectividad. Dedicó grandes esfuerzos a impulsar la reestructuración profunda de las parroquias de la diócesis para brindar así una más profunda atención a las comunidades.

Sencillo y cercano en el trato alentó a la HOAC de Astorga. Sus encuentros con nuestro movimiento fueron cercanos. Estimaba y valoraba la misión de la organización diocesana, y nos hizo sentir su apoyo con su presencia en los gestos por el Trabajo Decente y en otros encuentros. Animaba en sus cartas pastorales a participar en ellos. Nos invitó con gran cariño en muchas ocasiones a impulsar la JOC. El sábado próximo, día 18, teníamos previsto pasar el día de la HOAC con él y compartir juntos la comida.

Natural de la localidad asturiana de Grado, ingresó en el seminario de Oviedo en 1968 para cursar secundaria y posteriormente los estudios eclesiásticos licenciándose en 1980. Fue ordenado sacerdote el 10 de mayo de 1981 y más tarde se licenció en derecho canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca.

El 26 de abril de 2013 fue nombrado obispo titular de Nasai y auxiliar de Oviedo, por el Papa Francisco, convirtiéndose así en el primer prelado para la Iglesia española designado por del pontífice argentino.  El 18 de noviembre de 2015 fue nombrado obispo de la diócesis de Astorga para suceder a Camilo Lorenzo Iglesias, tomando posesión el 19 de diciembre.

Desde 2017 era presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal y recientemente había sido designado como responsable de la Comisión Episcopal para la elaboración y activación de protocolos de actuación contra los delitos de abusos sexuales. En la diócesis de la que era titular constituyó la delegación de Protección y Acompañamiento a las Víctimas.