Y he aquí que Jesús permanece entre los hombres hasta el fin del mundo. ¿Dónde está, pues? está en el corazón de los que lo aceptan tal como Jesús es, de tal manera que su corazón se funde y se confunde con el corazón de Cristo. Está en los santos, en una palabra. Y los santos siguen siendo los grandes triunfadores (Rovirosa, OC, T.I. 143).