El responsable de Difusión de la Comisión Permanente de la HOAC, Jesús Fernández Pacheco impartirá una conferencia bajo el título “Laicos, testigos de la misericordia”, el viernes 13 de mayo, a las 20:00 hrs., en el salón de actos del Seminario de Lugo, dentro de las actividades organizadas por la diócesis de Lugo, en colaboración con la Delegación de misiones de Lugo y la Junta de Cofradías de Lugo, ante la Soleminidad del Espíritu Santo, celebración que inspira y anima el Día de la Acción Católica y el Apostolado Seglar, organiza varias actividades.
El sábado 14 de mayo habrá una ASAMBLEA DIOCESANA DE LAICOS . El lugar no es casual, pensamos en el Centro S. Vicente de Paúl, de Lugo, para que nos recuerde esa presencia misericordiosa de Dios en el día a día. El domingo 15 de mayo, la Iglesia diocesana de Lugo ha organizado un Jubileo para miembros de asociaciones, movimientos y cofradías. Por este motivo, habrá una peregrinación, a la que pueden sumarse los laicos y sacerdotes que pretendan celebrar el jubileo, quedando a las 12:00 en la Iglesia parroquial de S. Pedro, partiendo a las 12:15 hacia la I.B. Catedral de Lugo, pasando por la puerta de la misericordia, para posteriormente, a las 13:00 h., participar activamente de la Eucaristía de Pentecostés, que presidirá nuestro pastor, D. Alfonso Carrasco.
Pentecostés es una jornada especial para los seglares, y por ello, el lema para este 2016 (Año de la Misericordia) que propone la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar es: “Laicos, testigos de la misericordia”. Como dicen los obispos de la CEAS, ”en el contexto del Año de la Misericordia, es bueno que tomemos conciencia de que el anuncio de la misericordia de Dios forma parte de esa misión, en la que los fieles laicos tienen mucho que aportar.”
De ahí que los pastores de la CEAS nos impulsen a todos los seglares, al señalar:
“Uno de los grandes retos del laicado, en este año, es tomar conciencia de las obras de misericordia en su apostolado y potenciarlas con decisión. (…) Camino común y privilegiado para despertar conciencias, huir de la indiferencia ante las necesidades de nuestros hermanos y adentrarnos en el corazón del Evangelio, donde siempre descubrimos a los débiles y a los pequeños como los principales destinatarios de la misericordia de Dios (Cf MV 15)”.