El Presidente general de la HOAC, José Fernando Almazán, y la responsable de organización y Vida Comunitaria, María José Rodríguez (Coqui) han presentado, al Pleno General de la XIII Asamblea General, el Informe de Valoración de la Comisión Permanente. En él, tras una pormenorizada evaluación de los avances y las dificultades anteriores se plantean las líneas de acción prioritarias a discutir entre los participantes.

El informe destaca que la primera y principal preocupación de la HOAC, en el seno del mundo obrero y del trabajo, es conseguir que se respete la dignidad de los empobrecidos y más necesitados de justicia y que se posibilite a todos ser y vivir con la dignidad de los hijos e hijas de Dios. De ahí que los diálogos y la metodología de la la asamblea persigan poner en marcha los cauces y medios considerados mejores para vivir y actuar así.

El documento recoge la invitación que hacen los obispos españoles en su documento “Iglesia, servidora de los pobres” –que es la acogida en nuestra Iglesia particular de la exhortación apostólica del Papa– a hacer cada día más verdad en nuestras vidas que “las víctimas de esta situación social sois nuestros predilectos, como lo sois del Señor. Queremos (…) ser signo en el mundo de la misericordia de Dios. Y queremos hacerlo con la revolución de la ternura a la que nos convoca el papa Francisco: “Todos los cristianos estamos llamados a cuidar a los más frágiles de la Tierra” (ISP, 56).

El entusiasmo por la evangelización que ha de presidir la vida del movimiento especializado de Acción Católica para el mundo obrero nace de compartir una buena noticia que responde a la vocación humana: “Todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno” (n. 265). Todos hemos sido creados para la comunión en el amor y la libertad.

Las propuestas de la XIII Asamblea General son caminos, instrumentos, medios, para que crezca la comunión de bienes, vida y acción en el mundo obrero y del trabajo, para que la HOAC crezca en ser signo e instrumento de comunión o, lo que es lo mismo, Iglesia de Jesucristo, desde su ser desde Acción Católica para la Pastoral Obrera. “Ser y vivir así con mayor profundidad es lo mejor que podemos aportar a los empobrecidos del mundo obrero y del trabajo en una situación de tanto sufrimiento y necesidad de esperanza como la actual”, señala el Informe.

La situación de los empobrecidos del mundo obrero y la experiencia de trabajo de estos últimos años marcan el ser y la misión de las personas que forma la HOAC. Su aspiración es ser testigos vivos de un proyecto de humanización –que muestra y propone Jesucristo– en contraposición con la disolución de lo humano que se está produciendo en nuestra sociedad, expresada de manera clara en la deformación del trabajo y de la política, y que sigue provocando la enorme fractura social, las desigualdades y las injusticias que padece el mundo obrero y del trabajo.

Para llevar a cabo esta pretensión, la HOAC quiere dialogar sobre cuál es la mejor manera de acompañar a las personas de modo que estén en condiciones de vivir en plenitud, de colaborar a un cambio de mentalidad, de colaborar al cambio de las instituciones para que estén mucho más al servicio de las necesidades de las personas, y de colaborar a construir y dar visibilidad a experiencias alternativas en el uso de los bienes, en las formas de trabajo, en la vida política, en la solidaridad con los empobrecidos.

En definitiva, se trata de mejorar la comunión de bienes, vida y acción con los empobrecidos del mundo obrero. Para ello, los participantes han de debatir y consensuar la mejora y adaptación de los planes de formación dirigido a los y las militantes, la mejora de los espacios de encuentros y los medios de difusión de que dispone el movimiento, la elección del tipo de proyectos sociales por los que apostar prioritariamente, la implementación de las iniciativas de incidencia pública y el diseño y concreción de iniciativas alternativas para que el dinero y la propiedad sirvan a los empobrecidos del mundo obrero.

Fotos | Yeli, Paula, Tomás y José Andrés.