Según el informe de Intermón Oxfam, «La fiebre del azúcar. Los derechos sobre la tierra y las cadenas de suministro de las mayores empresas de alimentación y bebidas», la producción de azúcar destinado a grandes multinacionales de la alimentación y las bebidas está produciendo en diversos lugares del mundo, como Brasil y Camboya, acaparamientos de tierras que empobrecen a las poblaciones locales. Se estima que para 2020 la producción de azúcar (cuyo comercio internacional asciende a 47.000 millones de dólares anuales) habrá aumentado un 25%, con graves consecuencias para las poblaciones locales. Detrás de esta realidad están empresas como Coca-Cola, el mayor comprador de azúcar del mundo, que controla el 25% del mercado global de refrescos, o PepsiCo, que controla el 18% de este mercado.