Fausto Saavedra* | La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de la Diócesis de Canarias ha acordado, en su asamblea del pasado fin de semana, sugerir a todos los grupos eclesiales, sociales, sindicales y políticos que hagan un mayor esfuerzo para afrontar unidos la situación de pobreza y exclusión social que ya sufre un tercio de los canarios. Las Islas tienen 296.362 desempleados registrados y casi 400.000 canarios que buscan empleo según la Encuesta de Población Activa (EPA).

Así el 33,4% de la población se encuentra en situación de riesgo de exclusión social. Esa realidad provoca que la mayoría de los canarios no puedan disponer de una vida digna, porque no tiene trabajo, ni ayudas de desempleo y un buen grupo de ellos abocados a quedarse sin vivienda por los desahucios.

Tal situación está causada por un sistema económico que sigue poniendo en primer lugar el beneficio y el interés particular por encima de las personas y de las familias más desfavorecidas. La HOAC lamenta que el problema de la pobreza y la exclusión social se use muchas veces de forma partidista y simple.

Valoramos positivamente la solidaridad ciudadana, el trabajo de las ONG y el incremento de llamadas a trabajar juntos para resolver la lacra del paro y exclusión que padecen muchos ciudadanos. Pese a valorar las ayudas sociales, este movimiento alerta de que muchas de las medidas que se ponen para atender a los más necesitados pueden ser solo parches que no resuelven la raíz de la situación. Por eso más que un plan para luchar contra la pobreza habría que apostar por luchar contra las causas de esa pobreza y la exclusión, que no son otras que el capitalismo financiero y el ansia de riqueza de unos pocos con perjuicio de las mayorías. Según los Padres de la Iglesia, “quien es muy rico es un ladrón o hijo de ladrón”. Por eso todo aquella persona o grupo que posee claramente más de lo que necesita está poseyendo algo que no es suyo y está obligado a devolverlo.

Este movimiento obrero cristiano, desde su compromiso con los más desfavorecidos de la clase trabajadora, hace un llamamiento a los grupos sociales, sindicales, políticos y eclesiales, para que al “Plan frente a la pobreza y por el empleo de Canarias” le siga un proyecto encaminado a cambiar el modelo económico especulativo actual por otro en el que el bien común y la solidaridad sea su objetivo, única forma posible de ponernos al lado de las víctimas de este sistema y con ello, buscar y hacer realidad una sociedad más justa y fraterna.

Las Palmas de Gran Canaria, a 12 de junio de 2012