La multinacional holandesa de la electrónica NXP Manufacturing ha despedido a cientos de sindicalistas de su fábrica en Laksi, Bangkok, por no aceptar las imposiciones de la empresa sobre una nueva organización de la producción. NXP es líder mundial en el diseño y fabricación de circuitos integrados utilizados en etiquetas inteligentes y proveedora de Apple, Samsung, Nokia, Dell, GM, BMW, Ford, Mercedes, Audi y varias líneas aéreas. En su fábrica de Tailandia están empleados 3.200 trabajadores, en su mayoría mujeres.

Desde octubre pasado la empresa está intentando imponer una nueva organización de la producción que supone que los días libres de los trabajadores puede ser cualquiera de la semana, la eliminación del cobro como horas extraordinarias de lo trabajado los fines de semana, la obligación de hacer horas extraordinarias sin previo aviso, la reducción de las vacaciones anuales de 12 a 8 días, la eliminación de una estructura salarial negociada colectivamente, y la extensión de los puestos de trabajo pagados por jornada que precarizan el empleo. Los trabajadores luchan por frenar estos cambios pues suponen, sobre todo, graves problemas para su vida familiar, salarios más bajos, mayor discriminación de los trabajadores pagados por jornada y la eliminación de hecho de la negociación colectiva.

Además del despido de sindicalistas, NXP ha amenazado a los trabajadores con perder sus empleos si no aceptan la nueva organización de la producción, trasladándola a otras fábricas de China, Taiwan, Hong Kong, Malasia y Filipinas.