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XX Jornada de Pastoral Obrera de Getafe: “Experiencias de fe, testigos de esperanza”

05 marzo 2013 | Por

XX Jornada de Pastoral Obrera de Getafe: “Experiencias de fe, testigos de esperanza”

Organizada por la Delegación Diocesana de Pastoral Obrera de la diócesis de Getafe, ha tenido lugar en la Parroquia Santa Maravillas de Jesús de Getafe, el 23 de Febrero de 2013, la XX Jornada Diocesana de Pastoral Obrera con el lema “Experiencias de fe, testigos de esperanza”. Han participado personas de distintos lugares de nuestra Diócesis, presididos por nuestro Obispo Mons. Joaquín Mª López de Andújar.

Partimos de una realidad escalofriante pues sabemos que desde que comenzó la crisis ésta no ha hecho más que agravarse y agravar por tanto la realidad diaria de las personas, sobre todo de las personas más empobrecidas. Sus vidas en demasiadas ocasiones se han deteriorado tanto, que incluso muchas de ellas, han perdido su trabajo y sus hogares. La crisis no está afectando a todos por igual. En nuestra Comunidad de Madrid ha ido creciendo el número de desalojos hasta alcanzar 80 al día. La proporción de hogares en España bajo el umbral de la pobreza supera el 22%. Estos son unos datos que esconden a las personas que los están sufriendo.

Compartimos experiencias gratificantes de fe que lejos del desánimo o del desencanto nos muestran una realidad que también se vive en hogares de nuestros barrios: realidades y vidas que cimentadas en la fe lanzan a estas personas a una vida sencilla de comunión constante. Así lo constatamos en las experiencias de fe compartidas por personas que desde su juventud han ordenado y enfocado su vida a la entrega generosa hacia los demás, o vida de un militante cristiano que le lleva a la lucha por la justicia en su lugar de trabajo, o vida de dos inmigrantes que viven en una casa compartiendo sus esperanzas, son siete personas al amparo de una única fuente de ingresos que es el salario de uno de ellos. A los ojos del mundo estas formas de vida pueden resultar inexplicables pero estas vidas son vidas de gracia, vidas de fe que invitan a la comunión. Jesús está presente en nuestros barrios, la vida que se recibe es la vida que se da: “he venido para que tengan vida y vida en abundancia”.

Ante esta realidad, nos comprometemos desde lo más íntimo de cada uno a vivir la fe en comunidad, para ser granos de mostaza en el mundo. A ser conscientes de las causas que generan tanto dolor e injusticia, a abrir nuestros ojos y nuestro corazón viviendo más austeramente y a gastar nuestras vidas para que las vivan los demás. En el ámbito de lo comunitario, nos comprometemos a estar en las organizaciones obreras y sociales, a seguir participando desde ellas para unir el amor a la lucha por la justicia. A encarnarnos en las realidades de nuestros barrios y alzar la voz por los que no tiene voz, a caminar junto a ellos, los excluidos, los que más sufren, ayudándoles a recuperar su dignidad de hijos de Dios, apoyándoles para que recobren el protagonismo de sus vidas. Porque nuestra fe no es para vivirla solos, nuestra fe es vivencia comunitaria.

Elevamos nuestra voz para que los gobernantes abandonen políticas de ajuste económico que traen como consecuencia formas injustas de vida para tantas personas, principalmente para los más vulnerables y empobrecidos y pongan a la persona como centro y eje de todas sus actuaciones.

Como Iglesia comprometida en el mundo obrero ponemos de manifiesto que “la situación de crisis genera en muchas personas sentimientos de malestar y desencanto, de irritación y de rechazo ante unas instituciones sociales y políticas que, aun disponiendo de tantos medios económicos y técnicos, no han sido capaces de ordenar la vida en común de un modo verdaderamente justo y humano. Los jóvenes sufren de un modo muy intenso los efectos de la crisis y se ven afectados por la falta de trabajo en porcentajes difíciles de soportar. Es éste uno de los aspectos más dolorosos y preocupantes de la actual situación” (Ante la crisis solidaridad. Declaración de la Comisión permanente de la CEE).

En consecuencia, nos sentimos animados a testimoniar nuestra fe en Jesucristo, a ser testigos de esperanza y a vivir nuestra vida personal, familiar y comunitaria desde esta fe en Jesucristo que nos reclama poner en el centro de la vida las necesidades de los más empobrecidos.

Delegación Diocesana de Pastoral Obrera

Getafe 1 de Marzo de 2013

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