Internacional >> , , , ,

«Si no buscamos entre todos las soluciones, vamos al desastre»

01 junio 2011 | Por

«Si no buscamos entre todos las soluciones, vamos al desastre»

Entrevista a Joaquín Nieto, que acaba de ser nombrado director de la Oficina Internacional de la OIT en Madrid. Tras una larga experiencia en Comisiones Obreras, dentro de las áreas de seguridad y salud laboral y de medio ambiente, con una intensa implicación internacional, llega a esta peculiar agencia de Naciones Unidas, llamada a jugar un papel clave en la superación de la crisis mundial.

–Vaya momento, para encargarse de la oficina española de la OIT…

–No estamos en lo que se dice un momento dulce. Atravesamos una crisis muy profunda, que no es sólo financiera, es también económica, social, energética, medioambiental…, y las víctimas principales de la crisis son los trabajadores que se están quedando sin empleo o están viendo como se deterioran las condiciones de trabajo o de protección social. Esto está sucediendo en todo, incluidos los países industrializados. Es ahora cuando más hacen falta políticas públicas de protección social y políticas económicas que generen empleo y empleo de calidad. La labor de Naciones Unidas en un mundo globalizado es más necesaria que nunca y en una situación de crisis económica y de empleo, la labor de su organización especializada en el trabajo, la OIT, es especialmente importante. Además la OIT tiene una característica peculiar que la hace imprescindible, el «tripartismo»: es la única agencia de Naciones Unidas que no sólo está compuesta por los gobiernos sino también por las organizaciones sindicales y empresariales.

– ¿Por qué el «tripartismo» es tan importante?

– Hay que comprender la naturaleza profunda del «tripartismo» y lo imprescindible que es para que los cambios sean realidades y no sólo deseos. Es algo que he aprendido en mi experiencia sindical, en el sindicalismo se aprende mucho y bueno. Para mejorar las condiciones de vida y trabajo no basta con que haya buenas propuestas, sino que tienen que hacerse realidad en cada puesto de trabajo y cada empresa. Si no hay acuerdos con los gobiernos para que promuevan las leyes necesarias y hagan que éstas se cumplan y acuerdos en los sectores y empresas para mejorar las condiciones de trabajo es difícil que las cosas cambien a mejor. Una de mis labores es precisamente facilitar el diálogo y el tripartismo. Haberlo aprendido y conocido desde dentro ayuda.

– ¿Qué competencias tiene la delegación en España de la OIT?

– La oficina española tiene una dimensión internacional muy fuerte. Particularmente en Iberoamérica, buena parte de los programas de esta oficina se desarrollan en esta parte del mundo, pero también en África y Asia.

En Iberoamérica estamos conociendo una situación muy interesante: se consolidan las democracias que están conociendo una reseñable prosperidad económica, lo que ha hecho mejorar las condiciones y bien estar de las personas. Pero sigue una brecha de desigualdad muy grande, unas condiciones de trabajo manifiestamente mejorables, unas condiciones de salud y seguridad en el trabajo que requieren mejoras urgentes, una necesidad de extensión de los sistemas de protección social… Si queremos que de verdad se consoliden las democracias y el bienestar, habrá que mejorar en esos campos. Ahí el diálogo social es muy importante, es imprescindible.

En el norte de África, estamos viviendo un proceso esperanzador, en el que los pueblos claman por su libertad y se extiende la democracia. Estos procesos requieren su extensión al campo de las relaciones laborales. La democracia tiene que ir acompañada con un reconocimiento pleno de la libertad sindical y de los derechos laborales, con un reconocimiento e institucionalización de la negociación colectiva y del diálogo social, con el desarrollo de unas relaciones laborales modernas, con una mejora de las condiciones de trabajo, con la implantación y extensión de protección social universal…. Todo eso es lo que se está jugando ahora en Túnez y con claridad en Egipto, donde han comenzado las demandas laborales que necesitan una respuesta. La oficina quiere poner sus posibilidades de cooperación técnica a disposición de ese proceso.

– A las viejas reivindicaciones, ¿se le han unido otras nuevas?

– Desde luego. La OIT está abierta a la nuevas realidades laborales: hoy se requiere que los empleos sean más sostenibles, que permitan la conciliación de la vida laboral y familiar, que la igualdad de oportunidades y el balance de género esté presente en las empresas y en el desempeño de las funciones. Estas nuevas dimensiones también necesitan de un impulso. La OIT, que siempre ha sido un factor de modernización social, lo está dando. De hecho, los programas sobre el trabajo decente ya incluyen la visión de la igualdad; y en las propuestas para la activación del empleo se habla de empleo sostenible y se promueve un programa de empleos verdes.

La situación de crisis múltiples que vivimos requiere respuestas bien afinadas. Si no buscamos y encontramos, entre todos, soluciones simultáneas a los múltiples desafíos, vamos al desastre. Un desastre sería que se perdiera toda una generación por falta de empleos y eso puede suceder. También sería un desastre que provocáramos un cambio climático catastrófico y eso también puede suceder. Tanto la crisis financiera como climática son globales, independientemente de que las malas políticas y las emisiones sean locales, el resultado es global, nadie ha escapado de ellas y nadie puede hacerlo por sí solo. Esto da más valor a las instituciones internacionales y la necesidad de gobernanza global. Los organismos de Naciones Unidas tenemos más responsabilidad que nunca.

– ¿Estamos más cerca de encontrar la salida social a la crisis o de agudizar todavía más los sufrimientos de los trabajadores?

– La crisis es muy profunda en todos los órdenes, saldremos de ella con cambios muy significativos o no saldremos. Se precisan cambios en la gobernanza mundial, para hacerla más fuerte, más democrática y participada. Son las sociedades las que dan o no autoridad a los gobiernos. Aquí la OIT, una institución participada, algo puede enseñar. Las instituciones internacionales tendrán más responsabilidades. De lo contrario seguiremos en crisis. Para evitar las crisis constantes tendrán que haber cambios en las políticas económicas y financieras, correcciones en la financiarización de la economía y del peso, actualmente tan desequilibrado, de la finanzas sobre el de la economía real. Y habrá cambios hacia una economía menos carbonizada. También habrá cambios en el mundo del trabajo. Si se quieren evitar situaciones de desigualdad y brechas sociales tan inmensas que lleven a fenómenos migratorios difíciles de resolver o a explosiones difíciles de digerir tiene que haber sistemas mínimos de protección social en todo el mundo. La OIT lo tiene claro desde su fundación, hace casi cien años: sólo la justicia social puede garantizar una paz universal y duradera. Todo esos cambios influirán en la forma de conformar el mundo.

–Viendo los programas de ajustes económicos, nadie diría que vamos por el buen camino…

–Es verdad que por ahora lo que vemos es justamente lo contrario: un mayor poder de las estructuras financieras y un menor poder de la economía real, se siguen cerrando empresas por falta de créditos; también hay un mayor poder de los mercados sobre los gobiernos que obligan a los a pagar altos intereses de deuda y reducir sus políticas económicas activas… así va a ser difícil mantener y generar empleos. Pero esta situación va a cambiar, es coyuntural. Hay una demanda social para que cambie, este gobierno de los mercados, es decir de las personas que gestionan los fondos de inversión y las entidades financieras, es una forma de gobierno tan desequilibrada y generadora de desequilibrios que tiene el tiempo contado. Estas transformaciones se van a producir, superando estas coyunturas espasmódicas. Ni era creíble una auto-reforma del capitalismo de la que se habló a inicios de la crisis, ni es perdurable una situación de gobierno por los mercados por encima de la política, al fin y al cabo los gobiernos tienen una legitimidad que jamás tendrán los mercados.

– Has hablado de políticas económicas activas ¿qué políticas?

– Las políticas activas de empleo están por hacerse. Pero no todo es Europa, pues en algunos países emergentes se están tomando medidas muy interesantes, por cierto con un peso de la economía verde muy importante. La salida a la crisis ya se está configurando en ciertas partes del mundo.

Las demandas por el trabajo decente y las demandas por ir a una economía sostenible, menos contaminante, baja en emisiones responsables del cambio climático, se dan también en los países emergentes y en los menos desarrollados. No son demandas externas, de los países desarrollados hacia los países en desarrollo, sino que son internas y son justas e inteligentes.

– ¿Ha pasado la reivindicación del trabajo decente para todos a un segundo plano, ante la escasez de empleos?

– El empleo es la principal preocupación de la ciudadanía. La crisis ha destruido empleo. Hay más de 200 millones de desempleados en el mundo, 1.500 millones de personas con un empleo vulnerable, 600 millones de trabajadores en cuyas casas entra menos de un euro al día y 300 millones las personas que en la próxima década llegarán a la edad de trabajar y demandarán empleo. En esta situación, la propuesta del piso de protección social se está abriendo camino, también la propuesta de Pacto Mundial por el Empleo que defiende que las políticas económicas estén dirigidas a generar trabajo decente. ¿Es difícil? Sí, pero está en la agenda y podemos lograr avances. Peor sería que se dieran los problemas y no estuvieran en la agenda… Toca hablar para contribuir a encontrar las soluciones. La OIT no tiene soluciones, las tienen los gobiernos, los empresarios, los sindicatos…, pero la OIT tiene propuestas elaboradas por todos ellos que pueden contribuir a encontrar las soluciones.

Es el garante de que los derechos fundamentales del trabajo se extiendan por el mundo y se apliquen. La declaración de la OIT sobre la Justicia Social en una Economía Global va en esa dirección. n

Revista TU!

Acceso a la suscripción.
■ Edición digital www.hoac.es/tu

Nuevo libro

Ultimo cuaderno

Redes Sociales

Instagram


© 2024 HOAC.

| Diseño original | DET | Adaptación de ACF | Desarrollado con WordPress | CM/Admo