• Marcos: en la Iglesia no hay más líder que Jesás

  Si queremos descubrir las líneas de un “proyecto” en la redacción del Evangelio de Marcos, nos vemos obligados a reconocer que el cuadro, en el que el Evangelio de Marcos ha situado la vida de Jesús, es muy simple: en Galilea, en un viaje, en Jerusalén.

  El autor del segundo evangelio no es un historiador o un literato, sino solamente un redactor. Una vez recogido todo el material, lo organizó insertándolo en el cuadro de la vida de Jesús. Se trata de relatos de milagros, algunos claramente localizados, otros, por el contrario, sin  ninguna indicación geográfica o topográfica; de palabras aisladas y de discursos del maestro, de discusiones. Buscar otra cosa es perderse en el vacío.

  Lo que sí es cierto es que el autor, en un esfuerzo por organizar el material, se dejó guiar sobre todo por preocupaciones de índole eclesial. Los temas en torno a los cuales agrupó los relatos y las palabras, fueron escogidas en función del deseo de definir lo más exactamente posible el papel y la misión de la iglesia cristiana y de sus responsabilidades.

  El que redactó el segundo evangelio no era ni un compilador, más o menos pasivo, de los datos de la tradición, ni un escritor brillante que se preocupaba por la elegancia del estilo, ni un teólogo genial, para el que el evangelio hubiera debido ser antes que nada la ocasión de un tratado doctrinal.

  Precio
  1.00 Euros.

Autor

José María González Ruiz

José Marí;a González Ruiz (Sevilla 1916 - Málaga 2005) fue una de las figuras más decisivas del catolicismo español, referente en la defensa de la paz, la libertad y la justicia social. Fue Doctor en Teologí;a por la Universidad Gregoriana de Roma y Licenciado en Sagrada Escritura. Como biblista fue considerado uno de los más prestigiosos especialistas en el tema a nivel mundial y el teólogo español de mayor influencia en la Iglesia del Vaticano II. Escribió una veintena de libros, “'El cristianismo no es un humanismo”, “Dios está en la base”, “Creer es comprometerse”, “Pobreza evangélica y promoción humana”, “Creer a pesar de todo”, entre otros.  Recibió en 1996 la Medalla de Oro de Andalucia.