Juventud precaria

A sus veintidós años ya ha experimentado que trabajar no siempre dignifica. Y es que no ha conocido aún un empleo decente. Camarero, captador de socios, encuestador… Trabajos con un barniz basura de legalidad para tapar su inmoralidad. Su último contrato fue mercantil y su relación laboral duró tres días. Aceptó porque necesita ganar un […]

Condenada a la precariedad

Me llamo Victoria, tengo 30 años. Provengo de una familia humilde, mis padres son jornaleros del campo, mi padre suele tener trabajo y mi madre es temporera. A los 16 años, decidí que quería estudiar Magisterio. A mi padre no le gustó mucho la idea, porque opinaba que ¡«colocarse» era difícil! ¡Qué razón llevaba! A […]

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