Acogida y escucha frente al internamiento de migrantes

Los centros de internamiento de extranjeros (CIE) son espacios donde personas extranjeras son detenidas durante un periodo máximo de sesenta días para que puedan estar localizables y sea posible ejecutar su repatriación.

Estos centros son públicos y dependen del Ministerio del Interior. En la actualidad, en España hay siete CIE repartidos por el territorio: Barcelona, Valencia, Madrid, Murcia, Algeciras, Tenerife y Las Palmas.

La mayoría de las personas extranjeras internadas en un CIE lo están por su situación irregular, al no tener (o haber perdido) un permiso de residencia, o porque han llegado a España por una vía que no es la establecida legalmente, como puede ser en patera.

Ambas situaciones constituyen una falta administrativa. Es decir, estas personas no son privadas de libertad como castigo por la comisión de un delito, sino como una medida preventiva para asegurar la sanción de expulsión del territorio por no tener autorización para permanecer legalmente en España.

Los CIE son espacios opacos, no solo porque apenas se publican datos oficiales sobre su funcionamiento, sino porque es muy complicado acceder al interior de los mismos. Estas dificultades los convierten en lugares aún más hostiles, donde se priva de libertad a personas extranjeras que no han cometido ningún delito y en unas condiciones que dañan su dignidad y vulneran sus derechos fundamentales.

Además, muchas de las personas que son internadas se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad, que se ve agravada por el internamiento. Menores de edad, víctimas de diferentes tipos de violencia o personas con enfermedades graves son internadas todos los años en los distintos centros, poniendo en peligro su integridad física en lugar de brindarles la protección que necesitan.

Los CIE levantan muros que estigmatizan, discriminan y excluyen a las personas que están en España buscando un futuro mejor para ellos y sus familias, siendo un obstáculo para la participación ciudadana.

El papa Francisco nos interpela a «construir el futuro con los migrantes y los refugiados», que es el tema elegido para la 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR) en 2022. Tal y como dice el Santo Padre, «construir con» significa, ante todo, reconocer y promover la aportación de los migrantes y los refugiados a esta obra de construcción, porque solo así se podrá edificar un mundo que garantice las condiciones para el desarrollo humano integral de todos y todas.

La labor del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) en los CIE pasa por acompañar a las personas privadas de libertad, con un trato humano en el que brindarles un espacio de escucha donde puedan compartir sus inquietudes ante la injusta situación de internamiento; lo que también nos permite defender sus derechos e intereses. Tratamos de ser acogida, aquella que la Administración niega con la práctica hostil del internamiento y la expulsión.

En salida

ELa normativa de estos centros prevé que existan servicios de asistencia social y cultural para las personas internadas. Sin embargo, la realidad es que pasan las horas sin nada que hacer, apenas tienen un balón y algunos juegos de mesa, lo que aumenta su angustia y que asienten en la incertidumbre. Las visitas, tanto de familiares, como de ONG o capellanes, es una forma para ellos y ellas de entrar en contacto con el exterior, de tener un espacio donde sienten que recuperan la dignidad que entienden perdida. Las entidades de la sociedad civil, como el SJM, hacen visitas todas las semanas gracias a un grupo de personas voluntarias que acuden para encontrarse con las personas internas en CIE, dedicando su tiempo a acompañar a quienes sufren la hostilidad del internamiento y abriendo una luz en medio de tanta oscuridad.

El primer paso, es propiciar un acercamiento a esta realidad, para que así, sea posible el encuentro con nuestros hermanos migrantes. 

Reflexiona

Ninguna persona deja su hogar atrás si tiene otra alternativa de supervivencia. El internamiento en un CIE es una puerta cerrada hacia la integración, un obstáculo en el proyecto de vida de muchas personas que reciben un mensaje de rechazo y penalización por intentar encontrar un lugar mejor.

Queremos acabar con la respuesta de exclusión que da la Administración a estas situaciones. El internamiento es una medida injusta y severa que debería ser adoptada de forma residual, optando por alternativas más humanas. En su lugar, queremos lanzar un mensaje de encuentro, donde reconocer y valorar el potencial del hermano migrante, con el que tenemos una oportunidad de crecimiento cultural y espiritual para todos. Para, como dice el Papa, poder madurar en humanidad y construir juntos «un nosotros más grande».

Está en cada uno de nosotros, contribuir en la construcción de una cultura de acogida, que se cimente en valores de convivencia y justicia social. Ser capaces de denunciar las situaciones de injusticia y de estar al lado de quienes más lo necesitan para defender sus derechos y su dignidad. «Porque el futuro empieza hoy y empieza por cada uno de nosotros».

Recursos

Publicaciones

Palabra de SOW. Verdades que se callan. Maguette Sow y Carmen Yanguas. Editorial Mundo Negro.
Me llamo Adou. Nicolás Castellano. Ed. Planeta, 2017.

Audiovisuales y películas

Entrevista en el programa Últimas preguntas: Obligados a huir. 20/09/2020.
Documental El Naufragio.
Motril en la frontera sur: XVII Jornadas de Derechos Humanos y Migraciones. UNED.
La mujer ilegal. Película (2020).
Reportaje Canal Sur (2016): Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Suicidio.
Obra de teatro Un trozo invisible de este mundo.
Samba. 2014 (película).

Más información sobre los CIE en Noticias Obreras

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