El valor de la sanidad pública

Los 26 días de hospitalización de mi hija, sin contar las visitas de urgencia, han sido un continuo ir y venir de médicos, enfermeras, celadores, limpieza… El sistema público de servicios es clave para poder llevar una vida auténticamente humana.

Después de numerosas pruebas, el diagnóstico concluyó que tenía una infección en el fémur, así que estuvo en una habitación doble de traumatología, pero como única paciente. En un momento dado, nos pusimos a buscar en internet el costo de una plaza hospitalaria de la red pública.

Un día de hospitalización supone alrededor de 700 euros de gasto, que tendríamos que pagar, como poco, si estuviéramos en un centro privado, más el coste de la resonancia magnética, el escáner, los hemocultivos, los análisis de sangre, los goteros, los medicamentos y la atención de los profesionales. Son cantidades inasumibles para la mayoría de economías domésticas.

A los servicios privados solo acceden quienes se los puede pagar, mientras que a lo público tenemos acceso todos, ricos y pobres; nos protege a todos y nos hace a todos iguales. Para ser lo que son hoy estos servicios públicos, hizo falta una larga historia de reivindicaciones y luchas, fruto del sufrimiento y las desigualdades que se hacían patentes cuando nada de esto existía.

No puedo más que dar gracias por el sistema sanitario público que nos protege y nos cuida. Me da rabia escuchar a esos políticos que se refieren al sistema sanitario sin añadir «público». Suelen ser los que defienden lo privado con pasión y nos recuerdan con cinismo que lo público es deficitario, como si se tratara de un negocio en vez de un servicio. Estoy convencido de que hay que apoyar los servicios públicos y defenderlos de quienes, por unos u otros motivos, quieren acabar con ellos o parasitarlos.

Discernimiento

En estos días de hospitalización he experimentado, una vez más, lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos, como el que hay en Italia y en otros países. Un servicio sanitario gratuito que garantice un buen servicio accesible para todos. No debemos perder este bien tan precioso. ¡Tenemos que mantenerlo! Y para ello, debemos esforzarnos todos, porque sirve a todos y requiere la contribución de todos (Papa Francisco, Ángelus desde el Policlínico Agostino Gemelli, 11 de julio de 2021).