Vivimos en una sociedad sacudida por la extensión de la pandemia de la COVID-19. Y los países que nos creíamos con sistemas de protección suficientes, hemos notado cómo se ha alterado nuestra forma de vivir, de relacionarnos, de organizar el trabajo, nuestra libertad de movimientos y de reunión, tanto familiar como social.
Lamentamos la muerte de muchas personas por una enfermedad para la que no tenemos tratamiento y de otras muchas que, por su vulnerabilidad, deberían haber sido objeto de especial atención y cuidado.
Vemos destapadas las vergüenzas de un sistema que había desmantelado los sistemas de salud y de cuidados públicos y los recursos del Estado han tenido que acudir con urgencia a tapar sus agujeros.
Sufrimos el empobrecimiento de muchas personas que ya malvivían en la precariedad de sus trabajos y han quedado a merced de subsidios que palían escasamente sus necesidades. Otras, aún los esperan, pues permanecen enrocados en un laberinto burocrático. O aún peor, quedan sin trabajo y viven en la frontera de la exclusión social.
Saludamos las medidas políticas que pretenden paliar la suerte de muchas personas que sufren estas consecuencias, pero nos parecen parches pues adolecen de una voluntad clara de quebrar una economía de la iniquidad.
Constatamos que vivimos de espaldas a la Naturaleza. Y el consumo desmesurado y un sistema depredador destruyen el equilibrio de los ecosistemas a los que pertenecemos y condena a pueblos enteros a la miseria o la extinción.
Esta situación revela de manera clara en sus consecuencias cuáles son los amargos frutos de un sistema que está arraigado en el afán de lucro y el individualismo.
Se evidencia la dependencia que tenemos como familia humana de unas personas para con otras, del cuidado del que estamos necesitados.
Necesitamos una política con una orientación hacia el bien de todos, pero en especial hacia quienes son víctimas de la injusticia o tienen mayor debilidad.
En salida
Estamos llamados y llamadas con urgencia a tender puentes:
Para soñar, junto a otras personas, organizaciones sociales (vecinales, sindicales, políticas), un mundo distinto, que comience ya a hacerse desde el diálogo y la escucha como camino para quebrar el individualismo.
Para desvelar que la vacuna contra el individualismo y la cultura de la indiferencia es la fraternidad, la última frontera, y que para ello hemos de acoger a las personas que más sufren, sentirnos y sentarnos con ellas y afrontar solidariamente el reto de recuperar la dignidad arrebatada.
Para contribuir a que se abra paso en las instituciones otra política, concebida como amistad social, que prime la voluntad de hacer de nuestra sociedad un lugar en la que la diversidad es una riqueza, y donde toda persona pueda vivir y trabajar con dignidad.
Para empeñarnos con muchos otros en vivir ya desde esas claves de comunión, de austeridad, de convivencia y respeto absoluto a la Tierra y quienes la habitamos.
Reflexiona
En mitad de esta pandemia, ¿cuáles son los signos que muestran esa «vacuna contra el individualismo» a tu alrededor?
¿Cómo, en nuestros ambientes cercanos (familia, barrio, lugar de trabajo, parroquia) podemos contribuir a superar prejuicios, descalificaciones gratuitas, posturas xenófobas, desprecio de las personas pobres y favorecer el diálogo y la colaboración en favor de la acogida de quienes son más vulnerables?
¿De qué manera ha de ser nuestra implicación en las asociaciones vecinales, sindicatos, organizaciones políticas, etc. para que se abra paso una concepción de estas tareas políticas como amistad social?
Recursos
Publicaciones
Cuaderno HOAC nº20, Tendiendo Puentes, derribando muros. 2021 Donde la HOAC plantea cómo los cristianos podemos colaborar en esta tarea de la fraternidad humana.
Otros textos
El mensaje del papa Francisco con motivo del primer «Día Internacional de la Fraternidad Humana» del 4 de febrero de 2021.
Textos de Leonardo Boff con el trasfondo de la encíclica del papa Francisco Fratelli tutti, el segundo ofrece hacia el final un hermoso sueño de un mundo más solidario y fraterno en comunión con la Madre Tierra. ¿Es posible la fraternidad humana universal y con todas las criaturas? (I) 19 de enero de 2021 y Es posible la fraternidad humana universal y con todas las criaturas (II) 29 de enero de 2021.
Encíclica Fratelli tutti capítulo quinto y sexto. En el quinto se plantea la visión que, desde la DSI a la luz del mundo de hoy, se considera la mejor política y en el sexto qué supone el diálogo social como camino para una nueva cultura.
Introducción del libro En llamas, de Naomi Klein, donde plantea el gran reto que supone afrontar la emergencia social y climática en que vivimos. Editorial Paidós. Colección Estado y Sociedad. 2021. Barcelona.
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