Miguel Ángel Hernández: Entusiasmado por el proceso de conversión de Rovirosa

Este veterano militante de la HOAC de Barcelona es un hombre entusiasmado por la figura de Rovirosa y su proceso de doble conversión: del ateísmo al encuentro con Jesucristo y de ahí a la conversión al mundo obrero.

Miguel Ángel Hernández, profesor de secundaria jubilado, lleva la mitad de su vida afincado en Barcelona, ahora en L’Hospitalet de Llobregat. Pero, fue antes de llegar a tierras catalanas cuando conoció la HOAC en su Salamanca natal, donde trabajaba de maestro y era educador del Junior. En aquellos años comenzó la relación con su María –con la que tiene dos hijas– y también su aproximación a la lucha laboral y sindical, pues fueron despedidos del colegio en el que trabajaban. Explica que entonces «comenzó la carrera de la precariedad laboral y, a la vez, mi inicio en la HOAC».

Asegura que su equipo y su comunidad son el pozo donde, al compás de la formación, «sacas el agua para ir concretando junto a otros el seguimiento a Jesús» y que la HOAC le compromete con la Iglesia y el mundo obrero. Miguel Ángel defiende que los pensionistas siguen siendo clase trabajadora y, por eso, ahora milita en los movimientos sociales, concretamente en la Marea Pensionista de L’Hospitalet en defensa de lo público.

Durante uno de los periodos de paro que sufrió, Miguel Ángel decidió ponerse a estudiar Ciencias Religiosas. «Tuve que hacer un dosier sobre una persona conversa y elegí a Guillermo Rovirosa. Su itinerario de conversión me entusiasmó», explica. La fe es una experiencia de encuentro y en Rovirosa el encuentro es doble, del ateísmo y la indiferencia al encuentro con Jesucristo y de esa conversión a Cristo a la conversión al mundo obrero, dice Miguel Ángel. Confiesa que descubrir esta doble conversión le marcó y eso hace que, a su vida de oración personal y de encuentro con Jesús, le siga el encontrarlo «entre los compañeros y compañeras pensionistas y sus luchas, que son las mías y las de Jesucristo».