La respuesta en común contra la precariedad

Trabajo en la lavandería de un hotel en el sur de Gran Canaria. Llevo siete años como delegada sindical de UGT en el comité de empresa. La plantilla del hotel supera las 300 personas trabajadoras.

En la actual situación de pandemia que vivimos solo están en activo 150. El resto de trabajadoras y trabajadores está incluido en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y algunos han ido al paro.

Mi preocupación y la de mis compañeros y compañeras del comité durante estos años ha sido y es la lucha por los derechos y la dignificación del trabajo de todas las trabajadoras y los trabajadores.

En la situación que vivimos es cada día más complicado, porque la precariedad se agudiza mucho más. La incertidumbre y el no saber qué va a pasar generan en todas y todos una situación de inestabilidad emocional, inseguridad vital y ansiedad que está repercutiendo en todos los ámbitos de sus vidas.

Todo ello provoca en mí sentimientos de impotencia, incertidumbre y dolor al ver el sufrimiento de mis compañeras y compañeros. Cada día me pregunto y medito qué hacer para acompañarles mejor en esta realidad.

Mi fe en el Dios de la vida me da fuerzas y es el bastón que me sostiene para afrontar cada día y ser transmisora de esperanza. Desde Él tengo claro que mi cercanía, la escucha diaria de sus problemas, mis palabras de aliento, mi solidaridad y mi cariño especial hacia todas y todos les ayudan y nos mantienen unidos en la lucha y mirando al futuro con esperanza.

En esta lucha no estoy sola. Me siento también acompañada por mi equipo de iniciación a la HOAC con el que rezo, comparto mi vida y crezco en conciencia y compromiso.

Discernimiento

«Necesitamos, por un lado, promover un mercado laboral digno que permita conciliar la vida familiar con la vida laboral, ya que toda medida tendente a proteger la estabilidad de la vida familiar acaba beneficiando económica y socialmente a todos. Y, por otro lado, debemos apostar por una economía que, mirando a largo plazo, tenga el horizonte puesto en la prosperidad inclusiva y sostenible, donde se pueda dar el desarrollo humano integral» (Cardenal Juan José Omella, Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, 16 de noviembre de 2020).

«A veces nos parece que nuestra tarea no ha logrado ningún resultado (…) la misión es algo mucho más profundo, que escapa a toda medida. (…). El Espíritu Santo obra como quiere, cuando quiere y donde quiere; nosotros nos entregamos pero sin pretender ver resultados llamativos. Solo sabemos que nuestra entrega es necesaria. Aprendamos a descansar en la ternura de los brazos del Padre en medio de la entrega creativa y generosa. Sigamos adelante, démoslo todo, pero dejemos que sea Él quien haga fecundos nuestros esfuerzos como a Él le parezca» (Papa Francisco, Evangelii gaudium, 279).

Actúa y transforma

¿Qué puedes hacer para reforzar la defensa de la dignidad en el trabajo?, ¿qué respuestas organizadas conoces que favorezcan el respeto de los derechos laborales y cómo puedes contribuir para que se tengan en cuenta las necesidades de los trabajadores más vulnerables?