Teresa Jiménez Zamoranodiciembre 2020diciembre 2020

Ella es cuidado, camino de Salvación

En tiempo de Adviento, de preparación para la venida del Salvador, su vida nos habla de cómo la ternura y el cuidado son el lenguaje de Dios. Su experiencia personal, familiar y profesional así nos lo muestran. Su trabajo lo realiza con personas, mayoritariamente hijos e hijas de familias obreras, que la naturaleza caprichosa dejó en la edad infantil, aunque sus DNI nos intentan mostrar lo contrario. La convivencia no es fácil, pero sí es un reto apasionante. En la residencia donde ella trabaja y ellos viven se puede experimentar que no nos salvamos solos, todos somos llamados y todos nos necesitamos. Dios, hecho Navidad en esos hombres y mujeres, se ofrece como cuidado y salvación para nosotros. Eso es lo que ella palpa a diario. Pero su compromiso, atravesado y alimentado por la fe, también la ha llevado a cuidar las condiciones de trabajo de sus compañeros y compañeras y las condiciones de vida de los residentes. Ella es delegada sindical. En esta lucha sabe de la necesidad de la unidad y de la solidaridad para el bien común. Su oración, su participación en la Eucaristía de su parroquia, su formación y vida en su equipo de HOAC, su trabajo, su afiliación sindical…, son caminos para el cuidado y son pasos de salvación para todos.

Ora et labora

Lee despacio el texto anterior. Imagina la vida de esta mujer, su trabajo como cuidadora, su acción sindical en su empresa, su vida de fe y su compromiso. Cuidar a los demás, cuidar la creación, cuidar la relación con Dios, cuidarse a uno mismo…, son caminos imprescindibles para la espera activa de un cielo y una tierra nueva en los que habite la justicia. (2 Pedro 3, 1-15). La Salvación no puede ser un camino individual, necesita entretejer tu vida con los más débiles, con los crucificados. Entretejer con el hilo de la justicia y del amor. Hemos de poner los mimbres para hacer posible ese cielo y esa tierra nueva. No nos salvamos solos, mirando al cielo o a nuestro ombligo. Necesitamos contemplar a los que nos rodean y bajarlos de la cruz. Piensa en tu vida, ¿es el cuidado, expresión del amor a Cristo y a nuestros hermanos y hermanas, lo que la mueve? Deja que cale en ti la experiencia vital de esta mujer militante obrera cristiana, militante del cuidado. Que este tiempo de Adviento te ayude a hacer posible la Navidad en tus ambientes obreros.