Pastoral Obrera: unidad y comunión

Estamos preocupados por la COVID-19 pero, sobre todo, en lo que afecta al trabajo y las medidas de protección social, como el ingreso mínimo vital, que nunca llegan a tiempo a quien lo necesita. —Yolanda Fernández

Preocupa el cierre de empresas, no poder volver al trabajo, no encontrar empleo, incluso, no tener ingresos, con trabajos que penden de un hilo, pendientes de los ERTE, de los despidos, de que nos llamen…

Atentos a normas nuevas, al teletrabajo, la marcha de la economía, sin ver en este momento el final de esta situación. ¡Escasea la esperanza!

Veníamos diciendo que estamos en un cambio de era, y casi no lo creíamos, pero todo ha estallado por los aires y se ha acelerado. Con la excusa de la pandemia, o no, muchos de los procesos que las empresas querían ir implantando han tomado velocidad. ¡Las reglas de juego van a cambiar! Hay poca ilusión entre la población trabajadora.

La Pastoral del Trabajo ahora es imprescindible: para poder aportar luz, esperanza y algo de sentido a este momento, que es de cambio. La gente que estamos haciendo pastoral obrera y del trabajo llegamos a muchas personas, y nos tienen que ver cómo gente esperanzada, disponible, que acompaña, y que se preocupa, que se interesa por conocer los detalles y la complejidad de los problemas. Que sabe denunciar y acompañar en la búsqueda de soluciones, aportando unidad, apostando por los que más lo están sufriendo.

La Iglesia entera, y la HOAC en concreto, no somos ajenas a todo este dolor e incertidumbre, queremos acompañar este proceso. A veces los sindicatos, hasta las personas trabajadoras que son compañeras, compiten entre sí. Hace falta un «ecumenismo sindical», ir todos y todas a una. Como cristianos, podemos aportar mucho en esa dirección, en un momento en que hace falta mucha imaginación.

La experiencia comunitaria nos pide contacto y cercanía para que sea verdadera. Al no poder reunirnos normalmente, es crucial que sepamos reinventarnos para poder llevar la «buena noticia» en medio de la situación.

Tenemos que «saber estar», porque se están diseñando muchas medidas nuevas, y podemos colaborar a que todas esas medidas sean positivas, humanizadoras, y no dejen a nadie atrás, tal y como nos pide nuestra fe en Jesús. Generemos unidad y experiencia comunitaria.

Reflexión: Respuestas ante la incertidumbre

Que esta pandemia «ojalá nos encuentre con los anticuerpos necesarios de la justicia, la caridad y la solidaridad», escribía Francisco en su meditación «Un plan para resucitar». Los dos últimos parece que los tenemos… ¿y el primero? —Diego Márquez

En medio de la crisis que estamos viviendo, a causa de la pandemia y sus consecuencias, la lucha por la justicia es un desafío fundamental y decisivo para el hoy y el futuro de la humanidad. Sin lucha por la justicia para los empobrecidos del mundo obrero y del trabajo, el amor, sencillamente no es realidad.

¿En este contexto, qué tarea tenemos que desplegar los cristianos, la pastoral obrera de toda la Iglesia?

La primera respuesta hace falta darla al sufrimiento provocado por la pandemia, acoger, acompañar y dar testimonio de Dios que nos llama a no abandonar al herido por la enfermedad, el paro, la precariedad y la exclusión social.

La segunda es la responsabilidad evangelizadora, que tiene que dinamizar y hacer interesantes y creíbles a las comunidades cristianas, ser signo e instrumento de comunión en Cristo en medio de la vida cotidiana del mundo obrero.

En tercera lugar, solo hombres y mujeres nuevos serán capaces de afrontar estos tiempos difíciles. Es la llamada a la conversión, al cambio de mentalidad y de vida. Que respondan a lo que el ser humano es y a su vocación en el Amor. Con una inculturación de la Doctrina Social de la Iglesia. 

Una cuarta tarea es la lucha por la justicia, afrontar las causas del empobrecimiento. Construir estructuras e instituciones sociales más justas; y también construir, vivir y extender iniciativas concretas y cotidianas de solidaridad. Necesitamos construir una acción política que ponga en el centro las necesidades y los derechos de los empobrecidos.

«Si la Iglesia del poscoronavirus vuelve a ser la de antes, no tiene futuro» (cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, Venezuela. 19/04/2020). 

Referencias

Mensaje de los obispos de EEUU con motivo del Día del Trabajo (09/2020):

«Caminos de resurrección desde el plan del papa Francisco», José Cobo, obispo auxiliar de Madrid:

Pastoral Obrera

Llévatelo y comparte

Esta sección también la tienes en documento pdf e imagen png para que la puedas descargar, imprimir, compartir…

 

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba