La vacuna del trabajo digno

La Jornada Mundial por el Trabajo Decente, 7 de octubre, llega en un nuevo escenario marcado por la pandemia de la COVID-19, que en palabras del papa Francisco, «ha dejado al descubierto la difícil situación de los pobres y la gran desigualdad que reina en el mundo». —Alejandro Gea Vida, Imanol Morales Montesinos y Esther Barba Parreño

El estado de alarma, decretado el 14 de marzo de 2020 en España y el camino hacia la «nueva normalidad», diseñado después, llenan de preocupación e incertidumbre a las personas y familias trabajadoras. Han quedado en evidencia las carencias del sistema público golpeado por los continuos recortes de gobiernos anteriores y la debilidad de los mecanismos de protección social.

Desgraciadamente, para muchas personas trabajadoras esta normalidad de incertidumbre, precariedad y desempleo no es nueva ni desconocida. Son preocupantes, en especial, las siguientes situaciones:

  • Que no se garanticen los derechos laborales ni se asegure un entorno de trabajo seguro, sin riesgos para todas las personas trabajadoras.
  • La situación de riesgo, vulnerabilidad y precariedad de la juventud que deja nuestro sistema laboral dual, siendo uno de los colectivos con mayor riesgo de perder su empleo ante el fin de los ERTE.
  • Que no se tenga en cuenta el enfoque de género en la implementación del teletrabajo, atendiendo al principio de corresponsabilidad.
  • La situación de riesgo, vulnerabilidad y precariedad de las personas con diversidad funcional, empleos vinculados generalmente a los servicios, atención al cliente, restauración… Empleos que se han visto interrumpidos por la pandemia.
  • La situación de precariedad que recae sobre las trabajadoras del hogar, dificultando la conciliación familiar.
  • La falta de medidas sociales y laborales que ayuden a frenar la brecha de género, que se ha visto ampliada durante el confinamiento.
  • Que no se refuercen servicios públicos de empleo y orientación profesional para aquellas personas que se encuentran en búsqueda de empleo.
  • Falta de medidas que garanticen el derecho al trabajo decente y favorezcan la empleabilidad de aquellos mencionados.

Es momento de crear sinergias y resaltar la importancia del sindicalismo, de la afiliación a los sindicatos desde nuestra perspectiva más humana y fraterna, reivindicando políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación, y fomentar la formalización y el crecimiento de las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, incluso mediante el acceso a servicios financieros.

El Papa, en la audiencia del pasado 6 de mayo, refiriéndose a la celebración del Día del Trabajo, expresó su deseo, que no ha parado de repetir, de que «la crisis sea una oportunidad de poner en el centro de nuestras preocupaciones la dignidad de las personas y la dignidad del trabajo».

Por si quedaban dudas, en la audiencia del 19 de agosto, ha explicado que «tenemos que ir más allá y resolver los problemas que nos impulsan a hacer asistencia. Una economía que no recurra a remedios que en realidad envenenan la sociedad, como los rendimientos disociados de la creación de puestos de trabajo digno» (Evangelii gaudium, 204).

En salida

En este escenario, nos sentimos llamadas a movilizarnos a favor de los intereses de la clase trabajadora, a hacer oír nuestras voces y defender el bien común. Desde la Iniciativa de Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), promovida por Cáritas, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC) y Juventud Obrera Cristiana (JOC), se propone el siguiente acto público: «Kilómetros por el trabajo decente», saliendo a correr o andar con el dorsal disponible, contando los kilómetros que hayamos hecho, en nuestras redes. Desde ITD se sumarán todos los kilómetros de las personas que participen y se compartirá el número total.

Reflexiona

¿Vives personalmente o en tu entorno estas situaciones de precariedad que se han ido acentuando desde la «nueva normalidad»? ¿Cómo te está afectando personalmente y/o a tu entorno?

¿Cómo podemos movilizarnos para que el trabajo sea decente? ¿Qué propuestas haces?

Esta situación ha dejado al margen a muchas personas trabajadoras, Jesús en el Evangelio pone a las personas en el centro dignificándolas, ¿cómo podemos
devolver la dignidad a las personas trabajadoras?

Recursos

Convocatoria Iglesia por el trabajo Decente
Agenda de actos | Guion litúrgico | Adhesión | Manifiesto | Artículos de opinión | Cartel

Mensaje del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC)

Publicaciones
El compromiso por el trabajo decente
Cuaderno HOAC 19: Política y políticas para un trabajo digno.
Cuadernos HOAC 14: La cultura del encuentro.
Cuadernos HOAC 15: Tú puedes hacerlo posible.
No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. Abraham Canales.
Juventud en riesgo (INJUVE).

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