Acabar con la indiferencia

Ante este nuevo, y en circunstancias jamás vistas, 1º de Mayo, en medio de otra profunda crisis desatada por el COVID-19 que, a buen seguro añadirá más dolor al mundo obrero y del trabajo precarizado y empobrecido, queremos alzar la voz, sobre todo, para acabar con la indiferencia hacia quienes más sufren.

Este día, concebido hoy como la fiesta del día del trabajo, va perdiendo el carácter reivindicativo y de lucha de antaño y, en muchas ocasiones, es expresión pública de la debilidad de las personas y familias trabajadoras y sus organizaciones, más que de fortaleza, pero, aun así, no podemos perder de vista que lo que tenemos en el presente es resultado del compromiso y la lucha de muchos hombres y mujeres que nos precedieron en esta tarea.

Tenemos que recuperar la mirada agradecida, celebrar este nuevo día del Trabajo es tomar conciencia de un conjunto de realidades que se dan en nuestro entorno y que son expresión de esperanza, y es lo que queremos decir y compartir:

  • La lucha por la justicia, la igualdad, la paz de un importante número de personas y grupos.
  • El valor de la solidaridad y el reconocimiento de la dignidad de las personas por encima de etnias, género, orientación sexual…
  • La toma de conciencia de la necesidad de cuidar la Casa Común y la lucha de muchas personas, cristianas o no, para hacer este mundo una casa habitable.
  • La entrega, generosidad y compromiso de multitud de personas y organizaciones en un trabajo constante al servicio de los empobrecidos y excluidos en sus diversas manifestaciones: inmigrantes, refugiados, desplazados, desahuciados, …
  • El trabajo conjunto de una pluralidad de organizaciones que se da en nuestros pueblos, barrios, ciudades, cuando somos capaces de trabajar juntos para combatir las injusticias, el trabajo paciente de algunos movimientos vecinales, el trabajo sindical en diversas situaciones de injusticia y empobrecimiento que padece el mundo obrero, el trabajo que desarrollan las personas en partidos políticos que defienden a los más desfavorecidos,
  • Experiencias de economía donde no prevalece la lógica del máximo beneficio económico. Son experiencias de modelos económicos alternativos: comercio justo, empresas de reinserción social, banca ética…
Reflexión: Hacer nuevas las cosas

No se trata solo de hacer cosas nuevas, sino nuevas las cosas, hay demasiado diagnóstico y poco compromiso, quizás hoy sea necesario un poco ayuno de palabras y reflexionar más y meditar qué podemos hacer cada uno en esta realidad que nos ha tocado vivir.

El compromiso es expresión de nuestra libertad que, en cristiano, consiste en hacer la voluntad del Padre, o sea nuestra libertad; es sentirnos responsables de nuestro hermano y hermana, a sabiendas de que no nos ganamos el amor de Dios, sino que nos lo regala incondicionalmente. El compromiso es la manera más humana de hacernos personas. No podemos permanecer pasivos ante esta situación que sufre el mundo obrero hoy y que deja en la cuneta a muchos hombres y mujeres que el sistema descarta, porque ya no cuenta con ellos ni como productores ni como consumidores.

«Tenemos que volver a sentir que nos necesitamos los unos a los otros…» (LS 229). Por esto, celebrar y vivir este nuevo 1º de Mayo es, o puede ser, un acontecimiento, una oportunidad que nos haga mejores personas.

Referencias

El 1º de Mayo es una fecha importante para el movimiento obrero. Sindicatos y otras organizaciones de trabajadores, también eclesiales, como Iglesia por el Trabajo Decente, la Pastoral Obrera y la HOAC convocan actividades propias o se suman a otras ya en marcha.

Manifiesto de Iglesia por el Trabajo Decente con motivo del 1º de Mayo.

Agenda de convocatorias en Iglesia por el trabajo Decente

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