Mª Carmen Fernández, «amuleto» para la integración

Mamen, militante de la HOAC de Barcelona, se jubiló hace unos años de su trabajo de cartera en el Raval. Desde entonces se volcó por completo en el apoyo y el acompañamiento de personas migrantes en la Asociación Cornellá sin Fronteras.

Nació en Alfaro (La Rioja) y allí vivió su niñez. La adolescencia transcurrió feliz en Aragón, años en los que Mª Carmen Fernández Orio pasó a ser «Mamen». Tuvo que emigrar a Francia junto a su madre y algunos de sus hermanos en búsca de trabajo. Esta experiencia marcó a toda su familia. Fue duro, según explica, pero también rico en experiencias. Conoció comunidades cristianas alrededor del mundo del trabajo que le mostraron un camino eclesial que le llenaba. Una amiga de esta etapa en Francia fue la que le habló de la HOAC. Años más tarde, ya en Barcelona con Fede, su marido, y sus hijos, encontró militantes en Cornellá y comenzó en un equipo. Después de una época desconectada de la HOAC, «un tiempo sabático» en el que, no obstante, le faltaba algo, volvió. «Ahora estoy en formación permanente con un grupo de personas maravillosas y muy preparadas».

A raíz de las movilizaciones de apoyo a los inmigrantes del año 2001 en Barcelona (llegaron a estar un mes entero de encierro en una parroquia de Cornellá) se volcó en la Asociación Cornellá sin Fronteras. Para muchas personas recién llegadas ella es lugar de primera acogida, punto de encuentro, brazo que acompaña y guía y, como ella dice, «amuleto de la suerte ante la administración».

«Los papeles, el padrón, la vivienda… gestiones que para ellos son vitales y para las que necesitan acompañamiento. A veces siento que se convierte en un trabajo asistencial, que no es lo que queremos, pero es cierto que no se puede luchar si no tienes cubiertas las necesidades más básicas», reflexiona Mamen. Esta labor es emocionalmente difícil, pues se encuentra cada día con realidades muy duras, pero «nada comparado con los valores de amistad y de entrega que estas personas nos devuelven».