Teresa Jiménez Zamoranodiciembre 2019noviembre 2019

Preparad el camino al Señor

Toda su vida ha sido tiempo de Adviento. Su compromiso en su barrio obrero y en su asociación de vecinos; su testimonio en la HOAC y su infatigable labor difusora; el cuidado de su familia, especialmente, de sus dos primos con discapacidad psíquica; su existencia al servicio del mundo obrero y de la Iglesia… han ido preparando el terreno para que el Evangelio florezca entre tanta injusticia, sufrimiento y deshumanización. Y lo ha hecho de manera valiente, entregada, dejándose la piel… Sabía que Dios no le pedía un porcentaje de su vida, sino el cien por cien. Experimentó, en carne propia, las palabras de Guillermo Rovirosa sobre el bautismo: «Jesús nos da una segunda naturaleza con la Gracia bautismal. Él nos invita constantemente con su eterno «si quieres…». Cuando se le responde: «¡Claro que quiero! Pero no puedo…» Él podría decirnos: «No te pregunto si puedes, sino si quieres; la libertad que te di no es para poder, sino para querer. Si en verdad me quieres yo te daré el poder, que sigue estando en mis manos». Ese ha sido su poder hasta su último aliento. Ahora ya es Navidad para ella, y para tantas personas del mundo obrero a las que les desveló, con su vida, a Jesucristo.

Ora et labora

Deja que el Dios de la misericordia te interpele. Ese Dios que te pide el cien por cien de tu existencia aunque, al mismo tiempo, sabe de tus debilidades y tus incoherencias. Él siempre está a la espera, confía en ti. ¿Es tu vida tiempo de Adviento? ¿Tú, en tu pequeño mundo, estás preparando el terreno para que Jesucristo nazca entre tanta precariedad y exclusión? Muchas veces, decimos que no podemos dar más, pero Dios nos responde que no se trata de poder sino de querer, de confiar plenamente en Él. La experiencia de muchos militantes, hombres y mujeres, en el mundo obrero y en la Iglesia es la de entregarse a pleno pulmón. Es en esa actitud de confianza donde encuentran la felicidad, a pesar de los sacrificios y de las dificultades. ¿Cuál es tu actitud? Lee despacio el texto. El tiempo de Adviento es propicio para la conversión. Concreta un compromiso que te ayude a caminar en ese sentido.