Jesucristo, rey del Universo. Esta es una fiesta reservada a pecadores redimidos, como Dimas, “el buen ladrón”. Solo quienes como él experimentan la dicha de la redención, de la liberación, de la luz, del perdón, de la curación, de la resurrección, podrán aclamar con todo el ser a quien es para ellos su rey salvador. Esta es una fiesta reservada a pequeños y humildes, a quienes nada les queda en herencia salvo Dios.