El domingo 28 de febrero, se reunió la Asamblea Diocesana de HOAC València, en este curso marcado por la celebración del 75 Aniversario de la HOAC y  por el aplazamiento de su  XIV Asamblea General, que abre un nuevo proceso de reflexión y profundización de las claves que guían al movimiento estos últimos seis años: el acompañamiento a las personas, el cambio de mentalidad, el cambio de las instituciones y el dar visibilidad a estilos de vida alternativos más humanos, todo ello con una espiritualidad anclada en el compromiso en el entorno más cercano, desde lo pequeño.

Se valora el avance en estas claves, y la intención de continuar trabajando por una cultura del cuidado de las personas y del planeta a través de ellas, pero se reconoce la dificultad de acercarse a las personas empobrecidas, y darles el protagonismo de las acciones del movimiento, evidenciando la necesidad de salvar estas distancias.

La asamblea de militantes no solo mira atrás, sino que mira la situación actual invadida por la pandemia, que ha ahondado y profundizado las  situaciones de precariedad y pobreza, sobre todo de las mujeres y personas migrantes. Ve como ha afectado a las personas más vulnerables, cuando las empleadas de hogar son despedidas por el miedo al contagio, o las personas sin papeles  se quedan fuera de las ayudas oficiales de emergencia, tanto económicas como sanitarias, por no tener regularizada su estancia en nuestro país, llegando incluso a invisibilizar a las organizaciones que las defienden. Pero se da valor no solo a las sombras sino también a las luces, aquellas acciones que han roto con ideas establecidas que parecian inamovibles, como la implementación del Ingreso Mínimo Vital, el más fácil acceso a la vivienda o la continuidad de experiencias de ayuda colectiva que no han desaparecido tras el confinamiento. Todas estás valoraciones se añadirán al VER de la campaña “ Un nuevo contrato social para afrontar el futuro del trabajo” ya iniciada conjuntamente con las diócesis de Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón.

En el marco de la Asamblea se conmemoró, con una celebración de acción de gracias, el 57 Aniversario de Guillermo Rovirosa, primer militante de la HOAC y apóstol de la clase obrera, en proceso de canonización. En la celebración se ahondó en la fe nacida de la fe de Abraham;  del no matarás: No matarás a tu hijo, al que tienes al lado, a la mujer, al inmigrante, al que sobra… una fe de vida frente a la cultura de este sistema que mata.