La “nueva normalidad” ha llegado para las trabajadoras del hogar y cuidados con muchas más incertidumbres y desafíos de las que pensábamos. Las posibilidades mínimas de retornar o conseguir empleo, la burocracia que demora la paga del subsidio extraordinario e impide tener derecho al Ingreso Mínimo Vital, nos mantienen alertas.

Todo se suma a una temporada más de verano y vacaciones que, como cada año, son tiempos propicios para vulneraciones a los derechos laborales de las mujeres trabajadoras de hogar y cuidados. Junto a diferentes organizaciones a nivel nacional, la asociación Nosotras publicó varios pronunciamientos de indignación sobre el retraso en el pago del subsidio extraordinario debido a las situaciones de emergencia de muchas compañeras y sus familias.

No olvidamos que, a pesar de haber sido considerado un servicio esencial en todo este tiempo, el sector ha sido olvidado no solo por la prestación tardía sino también por la poca voluntad de las autoridades para atender las necesidades de la población migrante que no cuenta con papeles y que no ha parado de trabajar.

Como colectivo seguimos en pie, junto a otras organizaciones, pidiendo la #RegularizacionYa de miles de trabajadores y trabajadoras que sostienen el país desde los cuidados, la agricultura y otros servicios. A pesar del apoyo de algunos sectores de la sociedad civil, el verano llegó con  noticias sobre hechos racistas ante los que no podemos ser indiferentes como lo sucedido con el incendio de las viviendas de temporeros en Lepe, hechos que hasta la fecha no encuentran una solución digna y justa.

Llego el verano y las ganas de todo un país de dar pausa a esta etapa de ciencia ficción a la que todo el mudo se enfrenta. En nuestro caso, esto se suma a los problemas e incertidumbres de cada año, gracias a la falta de información, voluntad política y medidas concretas como inspecciones laborales sobre los derechos de cientos de trabajadoras.

La falta de respeto a los contratos, en caso de que existan, que no incluyen los cambios de residencia durante las vacaciones de las familias empleadoras se suman al no pago de horas extras y la doble de carga laboral que puede implicar para el sector.

La sensación de desamparo sofoca tanto o más que el calor, si pensamos en los pocos casos que existen en los que las trabajadoras son tomadas en cuenta como sujetas de derechos sin tener que ser despedidas por el solo hecho de no estar dispuestas a “disfrutar” de unas vacaciones. Pues esta situación es la que haremos visible este mes por los medios con los que contamos. Porque no, un año más, no son nuestras vacaciones.

La Asociación sigue funcionando y gracias al apoyo de una abogada comprometida, podremos acompañar el inicio de algunos casos o medidas legales en defensa de los derechos laborales. De la misma manera, convencidas de que estos tiempos difíciles para todas aún no han terminado, seguimos con la Caja de Resistencia abierta para el apoyo a las trabajadoras y sus familias. Recibimos donativos a la cuenta:

ES70 1491 0001 2030 0011 4416

con el concepto Donativo Caja de resistencia.

Alejandra Fajardo Navarro. Activista del equipo técnico de la Asociación Nosotras

https://twitter.com/NosotrasGranada/status/1254909962909880323