El proceso educativo y evangelizador de la HOAC ha sido compartido en el Congreso de Laicos que se celebra del 14 al 16 de febrero, en Madrid, como una de las experiencias de “Primer anuncio en el diálogo con personas del entorno cotidiano”.

Maria Victoria Sánchez y Lorenzo Martínez, de la diócesis de Plasencia, han expuesto su experiencia y testimonio sobre el proceso en marcha con su grupo de acción, formado por personas con la que les une algún tipo de relación y que muestran interés por conocer el Evangelio y profundizar en la vivencia cristiana.

La HOAC de Plasencia, como ocurre en otras diócesis donde está presente este movimiento de Acción Católica especializada, ha centrado su quehacer comunitario en el sector de “El paro y la precariedad laboral”, en un intento por dar respuesta integral a la situación en las que se encuentran tantas familias del mundo obrero y del trabajo.

En este caso, el acompañamiento se realiza a personas en situación de desempleo, precariedad laboral, faltos de recursos económicos y culturales, asociativos, alejados de la comunidad eclesial, e implica “además de a los militantes de la  HOAC, a otras personas que, sin pertenecer al movimiento, han descubierto la importancia de acompañar a otros, sentirse cercanos a otras personas…”, ha comentado Martínez..

Mediante la cercanía a estas personas, a su entorno familiar y sus relaciones de vecindad y de amistad, ha sido posible, en alguna medida, según Sánchez, “despertar la necesidad de hacerse presente en aquellas situaciones de carestía material y espiritual, la capacidad de establecer relaciones de apoyo mutuo, el valor de buscar respuestas conjuntas y el papel que la fe puede desempeñar en la vida de las personas”.

También el proceso ha servido para descubrir la importancia de reunirse para compartir la vida y para sentirse responsables y protagonista de los acontecimientos y hechos por los que cada persona va pasando”, ha expuesto Sánchez. 

Para las personas que forman el llamado grupo de acción, este proceso está sirviendo para redescubrir su valor y dignidad personal, avanzar en el sentido de pertenencia a la comunidad cristiana y despertar el espíritu de lucha por los derechos fundamentales.

La comunicación se enmarca dentro del itinerario 1, “Primer anuncio”, línea de acción también 1, “en el diálogo con personas del entornos cotidiano” y como todas las experiencias y testimonios que se presentan en el congreso, se realizará en dos momentos diferentes  por la mañana y por la tarde, ante 25 personas, cada vez.