El XII encuentro diocesano de la Acción conjunta contra el paro ha tenido lugar en el Seminario Metropolitano de Sevilla, bajo el lema «Economía de Francisco. Desempleo, precariedad, víctimas y solidaridad», donde se apostó por «promover una alternativa al sistema económico», en línea con el esfuerzo del papa Francisco que ha convocado este año un encuentro mundial en la ciudad italiana de Asís en torno a las intuiciones de San Francisco sobre la gestión económica.

El delegado Diocesano de Migraciones, Salvador Diánez, abrió el encuentro con una oración, tras lo cual, dio la palabra a Antonio Muñoz, integrante de Acción conjunta contra el paro, iniciativa que se enmarca en la campaña Iglesia por el Trabajo Decente, a su vez, respuesta a la campaña mundial en favor de este loable objetivo. Muñoz hizo un repaso de los cinco años que lleva activa la campaña en la diócesis y presentó la memoria de actividades.

El profesor en la Universidad Complutense y miembro del equipo de la Fundación FOESSA Pedro José Gómez Serrano abogó en su intervención por  promover, con urgencia, una alternativa al sistema económico dominante, en el que prima únicamente el beneficio económico, por otro que «haga vivir y no mate, incluya y no excluya, humanice y no deshumanice, cuide de la creación y no la deprede». Gómez Serrano señaló algunas ideas clave sobre «Economía de Francisco», en continuidad y avance de lo que en su día ya promovieron papas anteriores en encíclicas como Popularum progressio, de Pablo VI, Laboren exercens, de Juan Pablo II o Caritas in veritate de Benedicto XVI.

En su opinión, más que responder a “cuanto más mejor”, una economía más humana debería hacer la pregunta “¿cuánto es suficiente?, de forma que permita subir a los que están por debajo y bajar a los que se posicionan arriba. En este sentido, Gómez Serrano recordó las palabras de Gandhi: “vive de forma sencilla para que otros sencillamente puedan vivir”, que a su vez, resume la propuesta del Papa.

Como fin de su intervención, el ponente remarcó con palabras del papa Francisco, que como cristianos “estamos llamados a responder ante esta situación, a revisar nuestros esquemas mentales y morales que puedan dar más conformidad con los mandamientos de Dios y a las exigencias del bien común” y que la Iglesia ocupa un lugar fundamental cuyo papel es “fabricar personas que promuevan estos principios fomentando un estilo de vida que no esté obsesionado por el dinero”.

El encuentro finalizó con la lectura de un comunicado en el que  Acción Conjunta Contra el Paro se sumó al llamamiento del Papa afirmando que “la Iglesia se siente llamada no solo a denunciar los males que causa una economía que olvida a la persona, sino también a proponer nuevos valores que hagan posible que todos puedan acceder a los bienes y derechos que hacen posible una vida digna”. A su vez, insistió en que “no podemos olvidar a todas esas personas que se han ido quedando en el camino o no han conseguido remontar tras la crisis.

Comunicado XII Encuentro Acción Conjunta Contra el Paro

“Economía de Francisco. Desempleo, precariedad, víctimas y solidaridad”

Tras la celebración del décimo segundo Encuentro de la Acción Conjunta Contra el Paro, que ha tenido lugar en la mañana del 8 de febrero, bajo el título, “Economía de Francisco. Desempleo, precariedad, víctimas y solidaridad”, las entidades promotoras hemos creado de nuevo un espacio de reflexión y concienciación sobre la realidad del desempleo y el trabajo precario, desde el marco de la Campaña mundial por el trabajo decente que venimos desarrollando en nuestra Diócesis con el lema “Contra el paro y la pobreza, ¡trabajo decente! como Dios quiere”. En nuestra reflexión en el día de hoy nos ha acompañado Pedro J. Gomez Serrano Profesor de Economía Internacional y Desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid. Profesor del Instituto Superior de Pastoral de Madrid y miembro del equipo de FOESSA que ha basado su exposición sobre el contexto del encuentro de la “Economía de Francisco”, adecuado y en continuidad con los anteriores papas en la denuncia de la economía inhumana y su propuesta de otra economía, además de profundizar en la postura de la Iglesia con respecto a esta materia.

La urgencia por promover una alternativa al sistema económico que vivimos, en el que prima únicamente el beneficio económico, ha llevado al mismo Papa Francisco a convocar del 26 al 28 de marzo un encuentro en Asís, a nivel mundial, para buscar “una economía diferente, que haga vivir y no mate, incluya y no excluya, humanice y no deshumanice, cuide de la creación y no la deprede. Un evento que nos ayude a estar juntos y conocernos, y que nos lleve a establecer un ‘pacto’ para cambiar la economía actual y darle un alma a la economía del mañana”. Como hemos tenido ocasión de reflexionar y dialogar en el día de hoy, la Iglesia se siente llamada no solo a denunciar los males que causa una economía que olvida a la persona, sino también a proponer nuevos valores que hagan posible que todos puedan acceder a los bienes y derechos que hacen posible una vida digna.

En esta clave, la Iglesia de Sevilla, desde la plataforma de la Acción Conjunta contra el Paro, lleva 5 años trabajando en la concienciación sobre un modelo que ponga en el centro a la persona por encima de intereses económicos, cuidando su dignidad a través de unas condiciones laborales y un salario dignos, además de dar a conocer iniciativas de economía solidaria que cuiden el planeta que habitamos y promuevan la creación de trabajo decente.

Así, nuestra perspectiva nos muestra que, a pesar de la aparente recuperación económica no podemos olvidar a todas esas personas que se han ido quedando en el camino o no han conseguido remontar tras la crisis. Según el Informe Foessa de Cáritas, en Andalucía hay un millón y medio de personas que se encuentran en situación de exclusión, 700.000 de ellas, en situación de exclusión social grave. Estas personas se ven afectadas sobre todo por carecer de empleo o tener un empleo en condiciones de precariedad. Los datos nos lo muestran: 2019 cerró sus cifras en Andalucía con tan solo 10.500 parados menos. Sin embargo, con el 20,8 %, nuestra comunidad autónoma tiene una de las tasas de desempleo más altas de España.

No podemos vivir al margen de las personas que sufren esta situación, así como de un modelo económico que está produciendo graves consecuencias en la conservación de la naturaleza. El Papa Francisco en la encíclica ‘Laudato Si’  nos señala que no existen dos crisis una social y otra ambiental, sino una única crisis socio-ambiental producto de nuestro actual modelo económico. Igualmente lo ha recordado en  la carta mediante la que convoca este encuentro: “Todo está íntimamente conectado, y la salvaguarda del ambiente no puede separarse de la justicia para con los pobres y la solución de los problemas estructurales de la economía mundial. Por tanto,  es necesario corregir los modelos de crecimiento incapaces de garantizar el respeto al medio ambiente, la protección de la vida, el cuidado a la familia, la equidad social, la dignidad de los trabajadores y los derechos de las generaciones futuras”.

Como cristianos estamos llamados a responder ante esta situación y defender los derechos de todos, pero especialmente de los más débiles, al tiempo que nos comprometemos en modificar nuestros estilos de vida para hacerlo más austero, solidario y sostenible y trabajar junto con otros en conseguir un mundo más justo y un sistema económico a la medida del ser humano.

Desde la iglesia de Sevilla nos sumamos a este llamamiento del Santo Padre para construir una alternativa a la economía hegemónica, que genera exclusión social e invitamos, de la misma forma, a todos para propiciar los cambios estructurales y personales que lo hagan posible.