Jesús en la cruz es la imagen de que lo único que podemos sacralizar es el amor. Jesucristo, rey del universo desacraliza todo lo demás, menos el amor y la vida. Desacraliza la patria, la nación, el estado, el derecho, la democracia, la revolución, la legalidad, la familia, la salud, el trabajo, la comunidad, la iglesia… porque todo eso solo tienen valor cuando se hace expresión y cauce de amor para servir al hombre y la mujer concretos en su camino de recuperación de la dañada imagen de Dios que somos. Jesús en la cruz, coloca cada cosa en su justa dimensión.
Y orar nos sitúa junto a la Cruz.