HOAC de Córdoba.

Ayer despedimos a nuestra amiga y querida Lola, la mujer sencilla y acogedora; la esposa ejemplar que no tuvo hijos pero trató y cuido a sus dos primos como tales; la luchadora de base en la Asociación de vecinos de su barrio “Las Costanillas” o como presidenta del Consejo de distrito Centro. Siempre desde la sencillez, generosidad y testimonio cristiano, una creyente en Dios convencida.

Militante de la HOAC, desde 1956, fue elegida rápidamente como responsable de Difusión en la Comisión Nacional. A su vuelta a Córdoba coincidió con la crisis de la Acción Católica, y en esos años difíciles ella lucho por que no desapareciera la HOAC, por fortalecerla y por crear nuevos equipos. El motor de su vida y actividad fue su fe profunda, su amor a Jesucristo y su amor al mundo obrero, que concretó en el servicio al movimiento ciudadano de Córdoba, donde siempre fue escuchada con respeto. Buena prueba de ello son las distinciones que en su día le concedieron la Federación de Asociaciones de Vecinos y el Ayuntamiento de Córdoba, reconociéndola como Patrimonio Humano de la ciudad. También la Iglesia, a la que sirvió ejemplarmente durante tantos años, reconoció su testimonio como cristiana, su amor al mundo obrero, su dedicación al anuncio de Jesucristo, con la concesión de la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice.

Los cristianos no solo esperamos una vida resucitada después de la muerte. Esperamos también, una tierra nueva donde reine la justicia, la solidaridad y la fraternidad, aquí en la tierra. Y esta es nuestra tarea: luchar por que esto se haga realidad. Así entendió la vida Lola Castilla y así quiso vivirla. Sin ser una líder destacada, estuvo al frente de mil batallas por la dignidad de las personas empobrecidas. Hizo de lo cotidiano, su compromiso; de la sencillez, su estandarte; del acompañamiento a los más vulnerables, la razón de su ser, de su gran humanidad.

La sociedad y el mundo obrero siguen necesitando vidas humanas como la de Lola, luchadoras contra el sistema que “mata” vidas, como nos dice el papa Francisco, personas que vivan desde los valores obreros, personas que abran caminos de humanidad.

La vida de Lola ha sido como la flor que ha embellecido el jardín de la vida.

Gracias Lola, por tu legado.

Foto | A.J. GONZÁLEZ • Diario de Córdoba