Bienvenidos de nuevo a la tarea. Dispuestos a acoger este curso que Dios pone en nuestras manos como un regalo.
Nos seguiremos preguntando: ¿qué quiere Dios de nosotros y nosotras hoy? Las lecturas hoy nos dicen que solo podemos saber la respuesta si adquirimos la sabiduría de Dios, y eso exige renunciar a todo y seguirle. Porque esa es, precisamente, la garantía del discípulo, ir a Jesús sin tener nada, para abrazar la Cruz de Jesús. Ser discípulo significa no preferir nada que no sea su Amor. Elegirle de nuevo cada día y ofrecerle nuestra vida.