El movimiento obrero cristiano de Canarias ve necesario que las personas y los colectivos participen y exijan el cumplimiento de las promesas políticas. La HOAC de la diócesis de Canarias acordó, en su asamblea de fin de curso celebrada en Tafira, invitar a los ciudadanos, colectivos y plataformas sociales a seguir implicados en la mejora de la sociedad durante los próximos cuatro años.

Este movimiento obrero cristiano considera fundamental que no demos un cheque en blanco a los partidos una vez que se constituyan los diferentes grupos de gobiernos locales, insulares y autonómico en las próximas semanas.

La grave situación de pobreza, la tasa de un 21% de desempleo, la precariedad laboral y el incremento de los trabajadores pobres, el importante riesgo de exclusión social de casi la mitad de los canarios, el descontrol del coste de los alquileres y la falta de viviendas asequibles para jóvenes y familias, así como la llegada de inmigrantes, requieren que todas y todos los canarios nos tomemos en serio la necesidad de comprometernos en buscar alternativas para lograr una sociedad más justa, cohesionada y fraterna.

Este movimiento obrero cristiano ve con preocupación cómo crece la desigualdad en Canarias y la falta de soluciones a la problemática social de la mayoría de la población. También considera lamentable cómo a veces los partidos y sus representantes piensan más en acceder y mantenerse en el poder, en buscar sus intereses, que en el servicio a la sociedad para mejorar su bienestar. Además, denuncia el uso de un lenguaje vacío y el aumento de las promesas, muchas veces conscientes de su inviabilidad.

Para la HOAC, es importante que los ciudadanos y los colectivos no nos conformemos con votar cada cuatro años, ni que dejemos al libre albedrío a los partidos y a sus representantes sin exigirles nada. Es fundamental hacerles un seguimiento de sus actuaciones. Como movimiento cristiano creemos que debemos participar de lleno en donde estemos por afrontar los problemas, por denunciar las injusticias y por buscar entre todos y todas soluciones a los problemas que nos afectan a todas las personas.

Por último, la HOAC hace una invitación a los cristianos y a los grupos eclesiales a formarse, a estar atentos a la realidad y a participar en la solución de los problemas desde la solidaridad con los más empobrecidos. Solo así contribuimos a la construcción de los valores del Evangelio aquí en la tierra.