La grave situación social y laboral que sufren millones de trabajadores de la economía popular, trabajadores descartados del empleo formal, en el país latinoamericano, ha impulsado a los movimientos populares a movilizarse para reclamar al Gobierno de la nación una nueva política socioeconómica.

Los trabajadoras y los trabajadores más empobrecidos, además de sufrir «situaciones dramáticas de desempleo y de hambre», como denuncia Esteban Castro, secretario general de Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), luchan para que se atiendan las necesidades más básicas y la defensa y la promoción de la dignidad de la persona sean una prioridad de la agencia social y política.

Secundando la convocatoria por «tierra, techo y trabajo», cientos de miles de trabajadores excluidos han expresado en la calle, en una jornada de lucha realizada el pasado miércoles, su profundo rechazo a las políticas de ajustes aplicadas por el Ejecutivo de Macri. Los movimientos populares, lejos de resignarse ante esta injusta, insolidaria e innecesaria situación, reclaman una mesa de negociación social que aborde cómo paliar la exclusión y el descarte, y articule otras políticas que faciliten el acceso a las necesidades de alimentación y de servicios básicos de subsistencia, pero también a programas de empleo que permitan desarrollar una vida digna.

Aumento de la pobreza

Los últimos datos ofrecidos (pdf) por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), organismo oficial del gobierno, apuntan a un aumento de la pobreza, con 11 millones de personas en situación de pobreza (el 27,3% de la población argentina). Un “estado de emergencia” que provoca que miles de trabajadores pobres tengan que acudir a los comedores populares o en parroquias para su alimentación. Las ayudas que reciben las familias más pobres no cubren lo más esencial de la cesta de la compra. La situación social se agrava, además, por la depreciación de la moneda y la galopante inflación que sufre el país y que afectan, en mayor medida, a los sectores más desprotegidos y débiles.

Justicia juntos

A la convocatoria de los movimientos populares, se sumaron organizaciones sindicales del sector de docentes, de empleados públicos, del transporte o de gráficos. Una unidad de acción significativa con parte del movimientos sindical, que expresa una solidaridad activa y exigen justicia juntos, ante la indecente e «injusta distribución de la riqueza que causa el aumento de la pobreza» señalaba Juan Carlos Schmid, secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). No hay «justicia juntos», si no es junto a las voces de las periferias, con los excluidos de hoy.

Leyes urgentes para su tramitación

Para los movimientos populares, esta jornada de lucha es una etapa más de un proceso que tendrá continuidad en el Congreso. A la cámara, reclaman la tramitación urgente de leyes para promocionar la dignidad de las trabajadoras y los trabajadores, empobrecidos por este «sistema que excluye y mata», como son: una ley de emergencia alimentaria; una ley de agricultura familiar; una ley de infraestructura social; y una ley de emergencia en adicciones. Además, consideran injustificado el retraso en la asignación de presupuesto a la ley de urbanización de barrios populares, aprobada en 2018.

***

Foto | CTEP