En la 53ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el papa Francisco ha lanzado un mensaje en el que propone usar las nuevas tecnologías para “liberar” y fortalecer una “comunión de personas libres”, frente a “la desinformación y a la distorsión consciente y planificada de los hechos y de las relaciones interpersonales” que, en ocasiones, circulan por los canales de comunicación.

Francisco, en la festividad de san Francisco de Sales, patrón de los periodistas, comienza constatando la omnipresencia de los medios en la vida cotidiana, especialmente desde la irrupción de internet, “la red”, una herramienta de doble filo: “una fuente de conocimientos y de relaciones,” pero también una amenaza para “una información auténtica a escala global”,  un arma para “fomentar espirales de odio”, y un factor de “autoaislamiento” que puede convertir a los jóvenes en “ermitaños sociales”.

Bergoglio recurre a tres metáforas para explicar cómo aprovechar las ventajas que suponen las nuevas tecnologías: “la red”, sin centro, ni jerarquías, cuyo funcionamiento depende de la coparticipación; la “comunidad”, cuya fuerza aumenta gracias a la cohesión y la solidaridad; y la del “cuerpo y los miembros” de san Pablo, que ilumina la relación de reciprocidad entre las personas.

Caer en la cuenta de que somos todos miembros de un mismo cuerpo, implica que “hable cada uno con verdad a su prójimo, que somos miembros unos de otros” (Ef 4,25), que la identidad de la persona es “la comunión y la alteridad”. De hecho, explica el Papa, “Dios no es soledad, sino comunión; es amor, y, por ello, comunicación, porque el amor siempre comunica, es más, se comunica a sí mismo para encontrar al otro”. La responsabilidad cristiana dota a la comunicación de un sentido profundo que nos llama a “invertir en las relaciones, a afirmar también en la red y mediante la red el carácter interpersonal de nuestra humanidad”. “Podemos comunicar, acoger, comprender y corresponder al don del otro”, nos dice el Papa

El buen uso de las redes,”complementario al encuentro en carne y hueso, ha de servir para abrir el camino “al diálogo, al encuentro, a la sonrisa, a la caricia…”. Termina el papa Francisco con un deseo: “Esta es la red que queremos. Una red hecha no para atrapar, sino para liberar, para custodiar una comunión de personas libres. La Iglesia misma es una red tejida por la comunión eucarística, en la que la unión no se funda sobre los “like” sino sobre la verdad, sobre el “amén” con el que cada uno se adhiere al Cuerpo de Cristo acogiendo a los demás”.

Mensaje del Papa para la 53ª Jornada Mundial de la Comunicación Social