La HOAC de Jaén ha realizado una reflexión cristiana sobre la venta de armas de nuestro país a Arabia Saudí 

Militantes, amigos, simpatizantes y familiares de la Hermandad Obrera de Acción Católica participaron el viernes 12 de octubre, en la Parroquia de San Juan Bosco, en una tarde de diálogo  y reflexión cristiana sobre la venta de armas de nuestro país a Arabia Saudí, partiendo de un hecho: la construcción de cinco corbetas de guerra en los astilleros de Navantia en Cádiz, por encargo del reino de Arabia Saudí, “el mayor contrato en la historia que supondrá una gran carga de trabajo en una provincia como Cádiz con un alto nivel de desempleo”.

Los asistentes nos dividimos en dos grupos para dar argumentos a favor y en contra de esta decisión desde el punto de vista del Gobierno, los trabajadores-sindicatos y la ciudadanía de Cádiz, teniendo en cuenta el conflicto guerra-paz-trabajo. Se compartieron los argumentos de los dos grupos y a continuación un miembro de Amnistía Internacional nos habló de cómo se vulneran los Derechos Humanos en Arabia Saudí y de cómo las armas se usan en contra de una población indefensa como es el Yemen. También se leyeron textos de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) sobre el bien común y la dignidad de la persona; del trabajo humano como bien de la persona y de la sociedad al servicio del bien común; de la bienaventuranza “Bienaventurados los que trabajan por la paz”; textos de la encíclica: Paz en la tierra de Juan XXIII y el texto evangélico de Isaías 2, 2-5 “forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas”.

Juzgamos desde la DSI que:

■ Los derechos humanos no son negociables. En el reino saudí diariamente se violan los derechos humanos más elementales y, con alta probabilidad, las corbetas serán utilizadas contra civiles y para mantener el bloqueo naval en Yemen. Es inmoral que España sea la sexta potencia en venta de armamento en el mundo. Es inmoral que se utilicen los puestos de trabajo y el derecho al trabajo como cortina de humo para tapar intereses geopolíticos nada transparentes.

■ Hay que difundir el mensaje de organizaciones como Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermón Oxfam y FundiPau que han rechazado este contrato.

■ Como cristianos tenemos que desvelar que hay alternativas civiles para Navantia que no pasan por Arabia Saudí. Navantia no necesita para su supervivencia el contrato de las corbetas para la infame dictadura saudí que está detrás de la guerra en Yemen. La empresa ha anulado otros pedidos por no poder atenderlos, dada su carga de trabajo. Así ha sucedido con un pedido para la Armada de Brasil. Ahora mismo Navantia tiene vigentes pedidos de, por lo menos, 20 fragatas para la Marina de los Estados Unidos y otras 15 para Canadá, así como dos para India. España ha rechazado la construcción de 66 barcos anticontaminación.

■ Las organizaciones sindicales y políticas y la ciudadanía en su conjunto deberían presionar a las autoridades gubernamentales en pro de una producción civil de los astilleros que abandone el  hábito de aceptar los planes que se urden por parte de los diferentes ministros de defensa. Hay ejemplos de ello. El primer ministro canadiense declinó en vender armas a Arabia Saudí.

■ Como cristianos nos comprometemos a ser artífices de paz y de otros mundos posibles, allí donde estemos, compartiendo en nuestros ambientes de trabajo, en nuestras parroquias y en las organizaciones que participamos lo que hemos compartido. Nos comprometemos a denuncia la falsedad de que la miseria en el mundo es la consecuencia de que no se crece y no se trabaja lo suficiente. Creemos que la paz y el trabajo decente son las dos caras de una misma moneda y las aspiraciones de los trabajadores de aquí deben ser las mismas que las de los trabajadores de Yemen, que sufren junto con sus familias la guerra, siempre injusta.

¡Que no se hagan las corbetas, que nadie quede desprotegido por no hacerlas!