La falta de empleo, la desigualdad, la injusticia, la explotación, la violencia, los abusos… siguen muy presentes en la vida de las mujeres trabajadoras, a pesar de los avances. La JOC y la HOAC, Iglesia en el mundo obrero comprometida con la defensa del trabajo decente, no pueden permanecer indiferentes ante esta realidad doliente.

Juntas reclaman, el reconocimiento de los cuidados que hacen sostenible la vida, la conciliación familiar real apoyada en servicios públicos suficientes, el cumplimiento de las leyes sobre igualdad de oportunidades, atajar la brecha y discriminación salarial, la lucha contra la violencia machista y el desarrollo de una educación basada en valores de igualdad, respeto, solidaridad, empoderamiento y complementariedad.

Estos dos movimientos especializados de Acción Católica han querido sumarse a las luchas y movilizaciones convocadas globalmente para celebrar el Día de la Mujer Trabajadora, especialmente al paro laboral, que busca visibilizar las discriminaciones que sufren las mujeres trabajadoras en el acceso y en el empleo, y dar voz a tantas mujeres heridas por este sistema patriarcal, deshumanizador y tan contrario a los planes de Dios para la humanidad.

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