Susana García | En el cine también podemos encontrar rostro a esos niños, mujeres y hombres que sufren la pobreza como fruto de la injusticia social, la codicia y la indiferencia de la mayoría. Con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el papa Francisco, elegimos unas cuantas películas para realidades lejanas y también cercanas que nos hablan no solo de miseria, también de dignidad y superación.

Basada en la historia real de una mujer que no miró hacia otro lado y que entregó su vida a los más pobres, Dorothy Day (1897-1980), La fuerza de un ángel (Entertaining angels, 1996) se ha convertido en imprescindible. Su visionado debería ser obligado para las comunidades cristianas. Es un drama biográfico producido por Pauline Films y la Campaña Católica de la Comunicación, protagonizado por Moira Kelly y Martin Sheen. Esta conversa, tras conocer a Peter Maurin, funda el periódico El obrero católico (The Catholic Worker), convierte su propio piso en un albergue para los sin techo e inspira un movimiento que sigue en activo en la actualidad. La cinta es difícil de encontrar en el mercado español, ojalá nuestra entusiasta recomendación sirva para hacerla más accesible.

También una historia real, plasmada primero en una novela publicada en 2012, la película Un gato callejero llamado Bob (2016) nos cuenta la historia de James Bowen, un joven heroinómano con problemas de esquizofrenia y depresión que lleva más de diez años viviendo en la calle, siendo «invisible», como él mismo cuenta. Es precisamente un gato callejero el que le ayudará a salir de la situación en la que se encuentra. Una gran película para concienciarnos sobre los problemas de los sin-techo y los pobres que nos rodean en nuestras propias ciudades.

Del norte de Europa proponemos una interesante coproducción de Suecia-Finlandia-Irak, Bekas (2012) que nos cuenta la historia de dos hermanos kurdos sin hogar que deciden irse a vivir a América, tras ver la película de Superman a través de un agujero en la pared del cine de su pueblo. Una película que ha pasado desapercibida y que es muy interesante para concienciarnos sobre la situación de desamparo que viven muchos niños y niñas, víctimas de las guerras y forzados a desplazarse para buscar un lugar mejor para vivir.

No podíamos olvidarnos de una reciente película estadounidense de la factoría Disney, La reina de Katwe (2016), rodada en África y dirigida por una mujer india, Mira Nair, que cuenta la historia real de Phiona Mutesi, una niña de los suburbios de Kampala, la capital de Uganda, que sobrevive gracias a la venta ambulante de maíz y mandioca. Gracias al ajedrez consigue romper el círculo de la pobreza al que estaba avocada. Actualmente sigue estudiando y quiere convertirse en «gran maestra», enseñando a su vez a jugar a los niños y niñas de los suburbios para que le den un jaque mate a la pobreza.