La Comisión Permanente de la HOAC quiere agradecer públicamente a Bérnar Domínguez Martín y María Martín Montero el compromiso y el servicio realizado como integrantes del Secretariado general de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), movimiento juvenil con el que comparte su dedicación al mundo obrero, ahora que llegan al fin de su mandato.

María y Bérnar han desempeñado las responsabilidades de Organización y de Iniciación, Conexión y Extensión, respectivamente, en estos tres últimos años. Está previsto que sus sustitutos se incorporen al Secretariado de la JOC en el mes de septiembre.

El proceso de renovación de las responsabilidades supone una muestra de vitalidad de la organización y la constatación de que a pesar de las dificultades sigue habiendo militantes jóvenes con ilusión para continuar la tarea de educación y promoción de la JOC.

El traspaso de responsabilidades es también clave para que el movimiento se mantenga fiel a sus objetivos y tareas, para que responda a la vida y las necesidades de los jóvenes y los militantes, por lo que las responsabilidades son consideradas en la JOC una misión al servicio de la liberación de los jóvenes de la clase obrera y una respuesta a la llamada evangélica al compromiso.

Al valorar su experiencia en el Secretariado, María, originaria de Plasencia, confiesa que “he crecido, he cambiado, he madurado, rezado, recibido, aprendido, entregado, vivido, amado…, ¡tanto!” Agradece entre otras cosas, que le haya tocado vivir “el resurgir de la JOC en algunas zonas, esa renovación de motivaciones por parte de los y las militantes, ese convencimiento de la riqueza que da seguir a Jesús y hacer su Reino en la tierra”.

Aunque declara haberse tenido que perder “algunos momentos familiares importantes”, a cambio ha recibido mucho de la militancia de la JOC y sus acompañantes: “He sentido tener muchas madres, padres y hermanas y hermanos, eso no puede compararse con nada”.

En su despedida, como responsable en el Secretariado y también de una de la zonas operativas en que se reparte la tarea de la JOC, citó a Pedro Casaldáliga: “Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada abriré el corazón lleno de nombres”.

Para Bérnar, natural de Granada, su paso por el Secretariado ha sido “una experiencia muy intensa”  que le ha permitido “tener perspectiva de todas las zonas, de conocer sus diferencias y similitudes, aprender de distintas maneras de funcionar, y poder ser puente”.

Su paso por el Secretariado le ha ayudado a crecer en el sentimiento de pertenencia a la Iglesia, pero también en el convencimiento de que “dentro de la Iglesia, la JOC no tiene igual”. “La Iglesia sin la JOC no sería la Iglesia, pero la JOC no está sola dentro de la Iglesia y nunca debe estarlo, ni nos debemos considerar por encima de otros”, considera, al tiempo que reconoce haber descubierto una “Iglesia llena de gente dispuesta a cambiar y a cuestionar las raíces de un sistema profundamente injusto, y no a quedarse solamente en la “caridad mal entendida”.

En la despedida de los y las militantes y simpatizantes de la JOC, señaló haber aprendido a compaginar “el hacer las cosas con calidad con vivir bien el hecho de que las personas ponemos nuestro grano de arena pero que al final el éxito o el fracaso de nuestras acciones y tareas no depende exclusivamente de nosotros”.

Conjuntamente con la Comisión Permanente de la HOAC, han compartido espacios de trabajo como las reuniones bilaterales, en la Acción Católica especializada, en el Primero de Mayo o el 8 de marzo… además de los encuentros más informales alrededor de una mesa “en el almuerzo de todos los días y en la comidas de los martes”. Damos gracias por el testimonio de gran valor y entrega por los jóvenes trabajadores que nos dejan, y hacemos nuestra la expresión del fundador de la JOC, Joseph Cardijn, quien señaló: “vale más un joven trabajador que todo el oro del mundo”.