La Comisión Permanente de la HOAC valora el manifiesto a favor de la Sanidad Pública (pdf) impulsado por los sindicatos CCOO, UGT y la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), la Federación de Asociaciones de Inspección de Servicios Sanitarios (FAISS) y la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (FAECAP).

En opinión de Milagros Villamarín, responsable de Compromiso de la HOAC, esta iniciativa de defensa de la Sanidad pública y universal plantea responder a la necesidad que tienen de acceder a un servicio tan esencial. no sólo los trabajadores y las trabajadoras, sino el conjunto de la población que habita en nuestro territorio. Si las desigualdades han crecido como consecuencia de las medidas legislativas desarrolladas, generando que miles de personas pierdan este derecho y sean excluidas del sistema sanitario o que se penalicen a las personas con las rentas más bajas con la fórmula del copago farmacéutico, «es un imperativo de justicia social mejorar la calidad del sistema público, su financiación y la incorporación de nuevos profesionales mediante la recuperación de empleo digno».

La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) defiende que la opción preferencial de la Iglesia son los pobres, que la caridad no sólo puede reducirse a lo meramente asistencial «es necesario instaurar un orden de justicia social, a fin de que la lucha contra la pobreza no quede reducida a un mero alivio de los efectos generados por un sistema económico regido exclusivamente por la ley del libre mercado, puesto al servicio del incremento de beneficios económicos a cualquier precio» (Comisión Episcopal de Pastoral Social, La Iglesia y los pobres, 36). «Así como el mandamiento de ‘no matar’ pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir ‘no’ a una economía de la exclusión y la inequidad. Esa economía mata.» (Francisco, Evangelii Gaudium, 53)

La petición de las organizaciones firmantes de este manifiesto a todos los partidos políticos que concurren a las elecciones, para éstos contemplen en sus programas la sanidad pública y universal, coincide en dos cuestiones esenciales plantada por la Comisión Permanente de la HOAC en la Reflexión sobre las Elecciones en relación a:

La defensa de los derechos sociales. Para salvaguardar la dignidad de las personas y de las familias es indispensable que se crean las condiciones necesarias para construir la vida personal y social, de ahí que los derechos sociales deban ser reconocidos práctica y efectivamente y que no se conviertan en negocio para unos pocos.

El derecho a un trabajo, a una vivienda, a la sanidad, a la educación… deben orientarse preferentemente a conseguir el bienestar de quienes se han visto sacudidos por la crisis, los más pobres y no los beneficios ni los intereses de los grupos de presión con gran poder económico.

Y la erradicación de la pobreza y la desigualdad. La brecha entre ricos y pobres que existe en nuestro país es un escándalo. Las políticas que se apliquen tienen que dar prioridad a la inversión pública y social para favorecer a los que han sido empobrecidos y excluidos. Tienen que estar encaminadas a una mayor y más justa redistribución de la riqueza, donde las rentas más altas, los beneficios de las grandes empresas y el capital financiero contribuyan proporcionalmente. Así el Estado podría disponer de los recursos para responder adecuadamente a las necesidades sociales básicas. Urge una reforma fiscal desde estas claves y la lucha decidida contra los paraísos fiscales.