Iñaki Lancelot | El Festival de cine de San Sebastián marca el inicio de la nueva temporada, cuyo momento fuerte llega con el otoño. Cada final de setiembre se presentan en la Sección Oficial películas recolectadas de cualquier parte del mundo, lo que permite descubrir filmografías de difícil acceso. En paralelo, en la capital vasca se estrenan en España las perlas del año que han triunfado en los festivales de primera categoría (Berlín, Cannes, Venecia).

Zinemaldia presenta gran parte de los filmes que se estrenarán en salas comerciales a lo largo del curso, las cuales iremos reseñando en los próximos meses. Seleccionamos tres de ellos en el presente número.

La primera, «Truman». Una gran película, que cuenta con las brillantes interpretaciones de Ricardo Darín y Javier Cámara, que compartieron la Kontxa de Plata al mejor actor. Séptimo largo de Cesc Gay, realizador especialmente interesado por la intimidad y la sensibilidad masculinas.

En esta obra, el director catalán nos sitúa frente al cáncer en carne propia. Fuera de plano, en el pasado, ya ha tenido lugar la terapia junto a sus efectos secundarios, los dolores, etc. Ahora, el aquejado presenta en pantalla un aspecto exterior inmejorable. Como pertinaz es el empeño de la enfermedad por minar su interior.

Darín da vida a un personaje complejo, fidedigno, creíble. A través de él, sentimos amor a la vida, deseos de esperanza, tristeza, atisbos de dolor, afán de libertad personal, y mucho más de dignidad.

Tratándose de un argumento en el que una dolencia grave es elemento fundamental, la obra no puede ser alegre. Causa congoja aguda por momentos, que combina con un segundo asunto fundamental en la trama. La amistad profunda con el personaje de Javier Cámara, ese cómico capaz de hacer que las lágrimas que contuvo el espectador con gran esfuerzo, salten en forma de carcajada, culminando la esencia del melodrama. «Truman» es una fantástica película que recomiendo vivamente.

Fernando Colomo, cercano ya a la setentena y tras una trayectoria instalada en la comedia cuyo mayor éxito comercial fue seguramente «Bajarse al moro», ha dado un paso y ha construido una preciosa película, su decimonovena. «Isla bonita» es una bellísima historia sobre la inmadurez emocional de un hombre maduro, una muy agradable visión desde el fondo de unos ojos cansados de la alegría juvenil, de su fortaleza física, pero también de su inestabilidad emocional. En clave autobiográfica, la construcción de Colomo habla de la pasión de un apasionado al que vence la fatiga. Pretendiendo muy poco, el director madrileño ha alcanzado una cota muy elevada.

El canadiense Denis Villeneuve presentó en 2010 «Incendies», una obra que ya tratamos en estas páginas, excelente recreación sobre la “masacre del autobús” en Líbano, en 1975. Tres películas después, llega «Sicario». Un relato de ritmo frenético, magníficamente rodado e interpretado que no deja títere con cabeza entre los actores de la frontera norte de México. Crueldad y venganza a partes iguales entre delincuentes y sus supuestos antagonistas.

Pleno de ritmo se encuentra también la alemana «Victoria», excepción en este artículo, pues no se presentó en San Sebastián. Una idea brillante y un alarde técnico, rodada en un solo plano-secuencia, que absorbe el espíritu de una loca noche berlinesa protagonizada por una joven española curiosa, abierta, ansiosa de amistad y de emociones.

«Truman»
Director: Cesc Gay. Nacionalidad: España. Intérpretes: Ricardo Darín, Javier Cámara, Pedro Casablanc, Nathalie Poza, Álex Brendemuhl, Eduard Fernández, Silvia Abascal, Francesc Orella, José Luis Gómez, Elvira Mínguez, Susi Sánchez. Estreno: 30/10