Nota de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ante el mensaje de los obispos de la Comisión Episcopal del Apostolado Seglar (CEAS) con ocasión del XX Aniversario de la publicación del documento “La Pastoral Obrera de toda la Iglesia”.

Madrid, 5 de febrero de 2015

1.- La HOAC, movimiento especializado de la Acción Católica en el mundo obrero y del trabajo, recibe este mensaje de los Obispos de la CEAS como una buena noticia para el mundo del trabajo y para quienes, siendo Iglesia, estamos comprometidos en esta realidad.

2.- Toda la militancia de la HOAC, todos sus equipos de vida en las distintas diócesis, se encuentran en un proceso de reflexión, profundización y diálogo puesto en marcha con motivo de la convocatoria de nuestra XIII Asamblea General: “Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero” (Agosto 2015, Segovia). Se trata de momento esencial para la vida del movimiento, que pretendemos nos haga avanzar en ser Iglesia, Acción Católica encarnada en el mundo obrero y del trabajo, que vive y evangeliza desde la centralidad de los empobrecidos. Y en profundizar en cómo seguir siendo comunidad eclesial que vive la comunión de vida, de bienes y de acción en esta realidad.

3.- Dentro de este proceso, pretendemos hacer una mirada a la realidad actual de empobrecimiento y deshumanización del mundo obrero y del trabajo y detenernos en las causas que la provocan. También reflexionaremos sobre la realidad y el papel que ha de tener la Iglesia para que continuemos dando y mejoremos nuestra respuesta y testimonio ante esta situación. Intentamos mirar esta realidad con los ojos de la fe para descubrir las llamadas que en ella recibimos y los acentos que tenemos que seguir poniendo en nuestra vida y acción evangelizadora como respuesta a la misma.

4.- Queremos seguir ofreciendo el proyecto de realización humana que nos ofrece Jesús de Nazaret para responder a las necesidades y los anhelos del hombre y la mujer del mundo obrero de hoy. La nueva evangelización pasa necesariamente por combatir el empobrecimiento y la deshumanización que genera el sistema económico y social que domina nuestra sociedad y colaborar a construir una vida social más justa. Nos sentimos llamados a ir construyendo, junto con otros y otras, otra forma de sentir, vivir y hacer que sean respuesta humanizadora para las personas del mundo obrero y del trabajo.

5.- Queremos revisar, actualizar y renovar nuestra dinámica de vida y acción, reforzando el cultivo de la espiritualidad y la formación para dinamizar el compromiso; la vida de comunión (en nuestros entornos y ambientes más cercanos); el Quehacer Apostólico Comunitario que nos emplaza a ponernos en acción, a denunciar el empobrecimiento y la deshumanización del mundo obrero y del trabajo y a anunciar la propuesta liberadora que es Jesucristo para los trabajadores y las trabajadoras.

6.- Queremos hacerlo para responder al reto que supone para la Iglesia, y para la HOAC como parte de ella, tanto desde nuestra identidad de Acción Católica como de nuestra misión el apostolado obrero, junto con la Pastoral Obrera de toda la Iglesia, la actual situación de sufrimiento de tantas personas y familias del mundo obrero y del trabajo.

7.- Nos sentimos enviados hoy por la Iglesia a evangelizar y anunciar, con palabras y obras, el Evangelio y la salvación de Nuestro Señor Jesucristo, en la realidad esencial del trabajo humano.

8.- Por todo ello nos sentimos animados y emplazados por los obispos de la CEAS en su invitación a toda la Iglesia española a recorrer de nuevo “un camino de mirada y misericordia entrañable, que nos lleve a transitar senderos de justicia, en los que sembrar el Evangelio en la vida de los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo”.

9.- Nos sumamos al mensaje de solidaridad y fraterna cercanía para todos los trabajadores y sus familias, de modo especial con quienes están en las periferias del mundo del trabajo y quienes sufren el desempleo o viven su empleo en condiciones de precariedad y explotación.

10.- Y queremos poner nuestra experiencia, trabajo, entusiasmo y capacidad de diálogo a disposición del proceso que ahora se inicia, en primera instancia a través del departamento de Pastoral Obrera de la CEAS, para que pueda servir en la tarea y misión evangelizadora de la Iglesia en medio del mundo obrero.