HOAC SEGORBE-CASTELLÓ / Cerca de un centenar de personas, entre militantes, antiguos militantes, familiares y simpatizantes participaron el pasado domingo 15 de junio en la celebración del Día de la HOAC, que este año ha tenido lugar en el Maset de FRATER del Grao de Castellón.

Fue un día de reencuentro, que se inició compartiendo un café y unas pastas, acompañados de una animada tertulia y la alegría de volvernos a encontrar con conocidos y allegados.

También fue una jornada de discernimiento y reivindicativa, en la que la HOAC reclamamos “trabajo digno para una sociedad decente”, como decía el lema de la celebración . Paco Porcar nos acercó al modelo económico y político que desde hace unos 30 años ha conseguido crear una sociedad mundial donde la desigualdad social nunca había tenido estas dimensiones. En ese modelo el elemento central es la destrucción del trabajo digno.

Después, recogiendo las palabras de Juan Pablo II en Caritas in Veritate, hizo referencia a qué nos referimos cuando hablamos de trabajo digno. Finalmente nos planteó un reto: la construcción de esa sociedad más justa pasa por situar el trabajo decente como utopía u orientación social hacia la que aspiremos como sociedad. Para ello necesitamos un cambio de mentalidad (en la forma de entender el trabajo, la política, la vida,…), cambios institucionales que busquen proteger a las personas (políticas laborales, empresas, finanzas,…), construir experiencias alternativas que vayan esbozando el futuro que deseamos hacer realidad…

Xaro Castelló también nos explicó los planteamientos, acciones e iniciativas que está llevando a cabo el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos de cara a que el trabajo digno sea una prioridad en la agenda no solo de la OIT, sino también de la ONU para con los gobiernos.

A continuación, en la plaza pública los participantes expresaron experiencias, anhelos, situaciones, inquietudes…, reflexiones enriquecedoras en este tema en el que la Iglesia se juega su centralidad y en el que hemos de ser capaces de avanzar socialmente, junto a otras personas, buscando entre todos construir y cimentar una sociedad decente.

Con el gesto de recomponer las piezas de un mapamundi quisimos significar el compromiso en la reconstrucción de un mundo roto. Con este gesto dimos paso a la eucaristía.

Para finalizar, fue un día de convivencia festiva. La comida de pa i porta, la mesa compartida, la guitarra y las canciones animaron el fin de la fiesta.

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