Indonesia, un país con alto crecimiento económico, ocupa el lugar 16 del mundo en PIB, pero el 69 en nivel salarial. Además, al menos el 35% de los trabajadores (118 millones) tienen empleos precarios.
Por eso, dos de los objetivos fundamentales del movimiento sindical en Indonesia son la lucha contra la subcontratación y la precariedad en el empleo, y el incremento de los salarios. En esa dirección se han producido recientemente avances en la unidad sindical de las tres principales confederaciones sindicales de Indonesia y una importante campaña de movilizaciones y acciones para combatir la precariedad y lograr salarios decentes.
Esas movilizaciones han logrado a finales de 2012 importantes conquistas de los trabajadores: una nueva legislación sobre la subcontratación que la limita legalmente a unos pocos sectores laborales y que establece que los trabajadores empleados en el mismo cometido durante tres o más años pasan a ser fijos. Unos 20 millones de trabajadores pueden beneficiarse de este cambio legislativo. También han logrado un incremento medio del salario mínimo en la industria del 40% a partir de 2013.
Los sindicatos, junto al cumplimiento efectivo de estos logros, se plantean ahora conquistar del gobierno un seguro de enfermedad desde 2014 y la protección de las pensiones en 2015.