Gracias a la presión del movimiento sindical internacional y de otras organizaciones sociales, el gigante de la electrónica Apple ha comenzado a reconocer algunos de los graves problemas de explotación laboral que existen en sus cadenas de suministros. El caso más conocido es el de Foxconn en China, donde las condiciones laborales son espantosas, pero Apple tiene 156 empresas suministradoras en todo el mundo.

Que se haya realizado una auditoria en tres de las trece factorías chinas que suministran a Apple es un primer paso. Pero la responsable de la industria electrónica de la Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalúrgica (FITIM), subraya que no habrá avances significativos hasta que Apple garantice que en todas sus fábricas suministradoras exista una verdadera negociación colectiva que permita a los trabajadores intervenir efectivamente en todos los aspectos de las condiciones labores para poner fin a las violaciones de derechos que sufren. Lograr esa efectiva negociación colectiva para todos los trabajadores de Apple es el objetivo del movimiento sindical.