La revista Ecclesia Digital ha entrevistado a Luis Rodríguez, delegado de Pastoral Obrera de la Diócesis de Getafe, con motivo de la próxima jornada diocesana de Pastoral Obrera.

-D. Luis, el 25 de febrero celebramos la Jornada diocesana de Pastoral Obrera en Getafe, ¿nos puedes hablar de los actos que habéis programado para ese día?

-En principio celebramos una jornada (cada curso) en el ámbito diocesano que correspondería con el final de un proceso de diálogo abierto al inicio de curso. Este proceso comienza con el envío a todas las parroquias de la Diócesis de un documento para la reflexión en grupos sobre una de las muchas situaciones de dolor e injusticia que vienen padeciendo los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo y en las que por ello, la Iglesia no puede permanecer ajena. Se realiza la reflexión en grupo con la técnica del Ver, Juzgar y Actuar. Una vez compartido en el grupo la reflexión personal de cada uno, se prepara el actuar, o aquellas propuestas de acciones concretas y como implicarnos en ellas. El penúltimo paso de este proceso lo realizamos en la propia Jornada Diocesana, compartiendo entre todos, lo reflexionado para que a continuación acordemos las acciones concretas, que como Iglesia comprometida en la suerte de los últimos y como cristianos enraizados en un mismo cuerpo, estamos llamados a realizar. A partir de este momento comenzaría el último paso en el que cada uno en el ámbito personal o del grupo y hasta la celebración de la siguiente Jornada Diocesana del próximo curso, trataría de vivirlo en sus ambientes y en las Instituciones en las que participa

En concreto para este curso propusimos la reflexión sobre el que parece ser el único modo de vida; modo de vida al que nos está obligando desde hace bastante tiempo el sistema de producción reinante, también como pensamiento único y exclusivo de organización social, me estoy refiriendo al actual sistema neoliberal en el que prima más la producción y el beneficio que se busca con ello, que la propia persona que lo realiza desoyendo como es propio de este sistema, otras voces que se preocupan de como incide este sistema en la persona , la familia y la sociedad, esta voz como tantas veces se ha puesto de manifiesto es la de la Iglesia desde la DSI, que los Papas desde siempre no se cansan de ofrecer, como así nos lo recuerda el Papa Juan Pablo II en su Encíclica Laborem exercens “… Ante la realidad actual, en cuya estructura se encuentran profundamente insertos tantos conflictos, causados por el hombre, y en la que los medios técnicos —fruto del trabajo humano— juegan un papel primordial… se debe ante todo recordar un principio enseñado siempre por la Iglesia. Es el principio de la prioridad del «trabajo» frente al «capital». Este principio se refiere directamente al proceso mismo de producción, respecto al cual el trabajo es siempre una causa eficiente primaria, mientras el «capital», siendo el conjunto de los medios de producción, es sólo un instrumento o la causa instrumental. Este principio es una verdad evidente, que se deduce de toda la experiencia histórica del  hombre”

-¿Qué lema habéis elegido? Y ¿por qué?

-El lema elegido es “Vivir de otra manera- dónde tienes tu tesoro tienes tu corazón”. la explicación del porqué del lema ya lo explicábamos en la introducción del documento que como decía anteriormente enviamos a las Parroquias para su reflexión, y del cual recojo estas líneas:

“La crisis nos ha parado y nos ha hecho reflexionar, un sistema y un estilo de vida han entrado en crisis, nunca mejor dicho. Ya, en Pastoral Obrera, hemos reflexionado otras veces sobre este problema. Hay un cansancio por parte de todos, cada mañana nos levantamos con una situación un poco peor que la del día anterior, hay muchos profetas de calamidades o estamos realmente en una situación de calamidad, pero ciertamente no igual para todos.

La crisis ha creado sus víctimas. Se ha cebado con los más débiles que, al tiempo, son los menos culpables, la crisis no ha hecho más que aumentar las desigualdades ya existentes.

La reflexión nos ha llevado más lejos que las cifras frías y los números, desde los más pobres y machacados por ellas, como cristianos nos hemos planteado, ¿es posible vivir de otra manera que desde el sistema imperante, desde otros valores, desde otro estilo de vida y otro compartir? ¿Cómo nos está llamando el Señor desde la crisis y especialmente desde sus víctimas?” “Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y lo repartían entre todos según la necesidad de cada uno.” (Hch 2, 44-45).

-En tu opinión, ¿la situación de crisis que estamos viviendo está provocando que la gente sea más egoísta, que se preocupe sólo de sí mismo y de los suyos?

-Efectivamente, esta crisis moral y económica (como así la definieron nuestros Obispos en el documento “Declaración ante la crisis moral y económica” XCIV Asamblea plenaria 27/11/2009) que estamos viviendo, es fruto de una manera muy determinada de organización social, trae como resultado la vivencia de un modo muy generalizado del individualismo y tiene como únicos objetivos la práctica del ganar, gastar y gozar, práctica que en el fondo está escondiendo la negación real, con todas sus consecuencias, de Dios, del hombre y de la moral, raíz de muchos de los pecados.

Creo profundamente que este individualismo, ya casi institucionalizado, no es bueno para el bien común, pues hace que el hombre se olvide no sólo de quién es su hermano sino además, de que su suerte debe estar unida a la de él “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme”. (Mt 25, 35-36)

-Lo digo también porque con la crisis nació cierto sentimiento anti inmigrante, al que se veía como una amenaza y competencia…

-Así es, y esto que está pasando viene muy relacionado con lo comentado en la anterior pregunta, pues al no reconocer a Dios como nuestro Padre estamos negando su obra que es el hombre y nuestra filiación de hermanos, por lo tanto está pasando con demasiada frecuencia que,  en el inmigrante no vemos a un hijo de Dios, a nuestro hermano, sino a un enemigo, a alguien que nos viene a quitar el poco trabajo que tenemos, a alguien que está empeorando además, las ya de por si actuales y precarias condiciones laborales impuestas.

Esta forma de ver a nuestros hermanos inmigrantes esconde una doble injusticia pues por un lado, nosotros ahora volvemos a ser inmigrantes en otros países, (hoy ya en la actualidad, bastantes de nuestros jóvenes han emigrado a Alemania y otros países de Europa) nuestro país también fue país emigrante, bastantes de nuestros padres y abuelos fueron también inmigrantes en Alemania, Francia, Bélgica … y por otro lado los inmigrantes, así lo hemos podido constatar en el último periodo vivido de bonanza económica, son necesarios para nuestro bienestar social e igualmente cooperaron al superávit que hasta el año pasado tuvimos en la seguridad Social. No olvidemos que los inmigrantes durante los últimos años aportaron a las arcas de nuestro sistema 8.000 millones de € al año, que los trabajadores inmigrantes madrileños, cobran hasta un 30% menos y que este colectivo, el de inmigrantes, son los más afectados por la crisis habiéndoseles desplazado a cerca de 800.000 a la economía sumergida, sin contar los numerosos que ya emprendieron camino de vuelta a casa.

Pero lo más importante, según mi opinión, para cambiar nuestra forma de ver al inmigrante, es platearnos seriamente si vivimos como Dios nos propone y respondernos con verdadera sinceridad, pues entiendo que nuestra vida deber ser una vida de amor y comunión (entre todos, también con los inmigrantes) y no de exclusión y abandono a su suerte de nuestros hermanos mas empobrecidos, sean del país que sean.

-¿Qué trabajo desarrolla la pastoral obrera ante el mundo laboral y sobre todo ante esta especial situación tan problemática?

-Lo que nosotros hacemos en nuestros ambientes y en las Instituciones de las que participamos, es aquello para lo que nos ha enviado nuestro Obispo y que no es otra cosa que la Evangelización del mundo obrero y del trabajo, el anunciar a los que conviven en el día a día con nosotros la Buena Noticia, que Dios tiene un proyecto de felicidad universal para todos y cada uno de nosotros, que nos ofrece otra forma de vida, una vida de felicidad basada en la Comunión, y que lo importante y necesario, tanto para el bien del hombre como individuo, como para el bien común, es acoger y vivir esa vida de Comunión que Dios nos ofrece. “… porque sin mí no podéis hacer nada” ( Jn 15-5) “… yo estoy con vosotros todos los días hasta el final del mundo” (Mt. 28, 20)

Respecto a nuestra actuación en concreto ante esta situación problemática, lo que tratamos en primer lugar, es crear conciencia,  destapar la realidad que hace que vivamos de esta manera deshumanizante y deshumanizadora, para que después y en la medida de nuestras posibilidades, desde nuestra pequeñez, tratemos de vivir como vivió Jesucristo estando siempre con los mas empobrecidos para que así, desde el testimonio y el anuncio de Su palabra podamos hacer más creíble, que se puede vivir de otra manera, vivir como Él vivió, porque solo así, desde la comunión se podrá anticipar la llegada del Reino.

-Hace poco también habéis celebrado una jornada para recordar la injusta situación de las empleadas de hogar…

-Esta celebración a la que te refieres ha sido desde la HOAC, también P. Obrera y con el acento de la Acción Católica especializada, que igualmente tiene el mandato de la evangelización del mundo obrero y del trabajo. El pasado 27 de Enero es realizó un acto para explicar la situación en la que viven las mujeres empleadas de hogar por ser este un colectivo que viene sufriendo también especiales condiciones de injusticia y precariedad.

Es un colectivo dónde el 90% son mujeres, de las que en torno al 45% percibe una media de 300€ al mes y que apenas un 5% obtiene una media de 600 € al mes. Hasta ahora no tenían cobertura por enfermedad hasta el día 29 de baja y en su gran mayoría no existe un contrato de trabajo por escrito. Por su carácter informal se estima que la cifra real de empleadas de hogar podría alcanzar el millón de personas de las que sólo en el año 2010, terminó con 292.280 personas afiliadas, al ya derogado, Régimen General de Empleadas de Hogar.

También tratamos de explicar en que condiciones laborales quedan con la aplicación de la nueva ley al ser pasado este colectivo al Régimen General de la Seguridad Social.

Fue un encuentro muy bien valorado por las personas que asistieron y junto con Cáritas Diocesana que también estuvo presente en la mesa, la HOAC Diocesana de Getafe, acordaron seguir trabajando juntos, cercanos a este colectivo.

-Los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes… tenéis muchos frentes abiertos que necesitan la colaboración con otras delegaciones ¿no?

-Así es y por eso venimos trabajando diversos aspectos comunes con las Pastorales de Inmigración, Penitenciaria, y con Cáritas Diocesana, desde la Pastoral Social coordinados por nuestro Vicario General D. José Mª Avendaño. Además este año, estamos trabajando desde la Pastoral Social junto con la Delegación de Juventud, para celebrar un acto sobre las post- JMJ del pasado verano de 2011.

-¿Sentís que los fieles de la Diócesis de Getafe están implicados en esta pastoral, concienciados de que esta situación requiere de la colaboración de todos?

-Aunque lógicamente entendemos que también están implicados en otras pastorales, nos gustaría que se implicaran más en esta Pastoral y que al menos, desde mi punto de vista, me agradaría que se prodigaran más en los actos que celebramos a los que normalmente convocamos a todos.