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Juan López de Uralde, Equo: «Es necesario hacer política desde los valores»

27 septiembre 2011 | Por

Juan López de Uralde, Equo: «Es necesario hacer política desde los valores»

Juan López de Uralde, ex director general de Greenpeace España, encabeza la nueva formación política Equo que concurrirá a las próximas elecciones generales con el objetivo de introducir la sensibilidad ecologista y social en la política de nuestro país. En esta entrevista explica las razones de esta apuesta y nos avanza parte de su programa electoral

–¿Por qué crear Equo?, ¿no hay suficientes opciones en el panorama político?

–No es un problema cuantitativo sino cualitativo, la cuestión es si las opciones satisfacen la necesidad de muchas personas. Consideramos que no, ninguno de los partidos existente tenía los objetivos que a nosotros sí nos preocupan. Los que empezamos a trabajar en Equo venimos de organizaciones sociales, del medio ambiente, de cooperación al desarrollo, de lucha contra la pobreza…, cuestiones siempre secundarias para los grandes partidos. Por otro lado, el modelo de hacer política que a nosotros nos interesa es más horizontal, pensando en los ciudadanos. Queremos acercarnos a la ciudadanía, responder a sus inquietudes y a la necesidad de participar que. como hemos podido comprobar en estos últimos meses, existe.

–¿Qué le hace pensar que ha llegado la hora de un partido «verde» en España significativo, después de tantos intentos y formaciones políticas?

–Los temas y soluciones que le importan a la ciudadanía se acercan cada vez más a una propuesta como la que nosotros hacemos, social y ecologista en la línea de los partidos verdes europeos y en este momento se están produciendo en la política española desplazamientos de votos porque hay mucha gente que no tiene una opción a la que votar y que podría interesarse por nuestro partido. En las últimas elecciones se han visto 12 millones de abstenciones y un millón de votos en blanco y nulos, que indican que hay mucha gente que no se siente representada por lo que hay.

-¿Qué similitudes y diferencias puede haber entre Equo y el 15-M?

–Equo comenzó hace más de un año, por lo tanto, aunque partimos de un diagnóstico común de la situación de España, en la que la ciudadanía quiere tomar el control sobre los mercados, realmente trabajamos por una apuesta política. Ahí somos diferentes, porque apostamos por la profundización democrática y la repolitización de la sociedad mediante alternativas que den respuestas a las necesidades sociales.

–¿Qué es más importante: un buen programa o una buena política de comunicación?

–Es importante tener un buen programa, es fundamental, y saber comunicarlo también, y más importante que todo eso es que los medios tengan la sensibilidad necesaria para que traten nuestras propuestas. Si tenemos buenas propuestas pero no llegan a los ciudadanos, será muy difícil que logremos nuestros objetivos.

–¿Qué margen tienen los partidos para aplicar las políticas sociales y ambientales ante el poder de los mercados?

–El margen es el que los propios partidos se impongan o nos impongamos, no podemos aceptar que sean los mercados lo que impongan las políticas. Nadie dice que sea fácil, pero no podemos permitir que todo el coste de la actual situación lo paguen los más débiles a través de los recortes en los servicios sociales. A eso vamos, de manera imparable, si no hacemos nada.

No decimos que baste estar en las instituciones, somos gente activa, no hemos salido de repente de nuestras casa para formar un partido, sino que venimos de los movimientos sociales. Pero si la actividad social no se completa con una labor en las instituciones es difícil penetrar en unos tejidos muy impermeables como son los grandes partidos políticos. Lo estamos viendo. Evidentemente los movimientos sociales son más necesarios que nunca pero necesitan complementarse con la labor institucional.

–¿Existe el riesgo de que Equo le reste fuerza al movimiento ecologista?

–No creemos que vayamos a restar fuerza a nadie. Al contrario, lo que esperamos es alcanzar un nivel institucional suficiente para que las propuestas de los movimientos sociales sean más fáciles de llevar a la práctica. Recientemente las organizaciones ecologistas han denunciado la falta de sensibilidad medioambiental de este gobierno y lo que nosotros buscamos, respetando las independencia de cada organización, es que se escuchen estas propuestas en las instituciones. Si tenemos éxito, será bueno para el movimiento ecologista.

–Cuando todo parece ser economía, más con el apremio de la deuda, ¿le ve sentido a proponer un modelo de desarrollo sostenible basado en energías limpias, en el consumo responsable…?

–Ahora más que nunca, las causas de la crisis económica, ecológica y social son las mismas. Es muy difícil salir de este modelo de desarrollo productivista, con las mismas medidas que nos han llevado hasta aquí. No hay más que pensar que en el caso español, casi los únicos que veníamos denunciando la burbuja inmobiliaria éramos los ecologistas. Ahora que ha estallado, todo el mundo se ha dado cuenta.

La salida a esta crisis pasa por una revisión del modelo actual. Las propuestas, por ejemplo, de fomento del empleo, tienen que ver con la llamada economía verde, como las energías renovables, la producción ecológica, el reciclaje de residuos… Por otro lado, hay que replantearse la vida laboral y el tiempo de trabajo. Por ahí pasan las salidas a la crisis ecológica y social. Las dos se muestran con síntomas distintos pero con una misma raíz.

–¿Los verdes de Alemania son un ejemplo a seguir?

–Estamos haciendo nuestra propia experiencia. Seríamos los verdes de España, con todos los matices y peculiaridades, y desde luego estamos dispuestos a aprender de los franceses y alemanes, que son los que han conseguido que las medidas medioambientales hayan tenido mayor recorrido electoral. Pero también con nuestras diferencias. ninguno de los dos modelos son aplicables en España. Tratamos de construir un modelo propio.

En el caso francés, Europe Ecoligist surge de la suma de un partido verde fuerte con personas destacadas como Cohl-Bendit, Jose Bove… Aquí en España, casi empezamos desde cero y además en un contexto de nuevas necesidades y formas de construir organizaciones políticas. No partimos de un partido establecido, sino que lo construimos desde la horizontalidad, la participación…, y en eso somos diferentes. Tal vez nos parecemos más a los orígenes de los verdes en Alemania por los años 80.

–¿Cómo va la formación del partido?, ¿con qué gente cuentan?

–Hay 5.000 personas en la Equocomunidad, que reúne a los simpatizantes, crecemos muy rápido. Estamos haciendo las asambleas provinciales, hemos elegido ese ámbito territorial porque nos presentamos a las generales y ya estamos en la mayor parte de España. Las asambleas tienen una mesa de coordinación que son provisionales hasta que llegue la asamblea constituyente. Lo que nos estamos encontrando es gente con mucha ilusión, con ganas de trabajar por este proyecto.

–¿Cuáles son sus planes de futuro?, ¿a qué aspiran en las elecciones generales?

–Un éxito sería entrar en el parlamento. Nuestro objetivo más ambicioso es crear nuestro grupo parlamentario. Pero se está haciendo un proyecto desde muy abajo y sería un gran respaldo lograr a la primera entrar en las instituciones. No tenemos encuestas, nos guiamos por las que los tienen y parece que aparecemos en ella no con malos resultados. Al menos hay una atención sobre nosotros. No nos criticarían con la dureza que lo están haciendo, sino fuera porque tenemos opciones.

–¿Es un problema la ley electoral?

–Lo más complicado es conseguir recursos. Sin apoyos ni un capital importante, sólo con la aportación de la gente, es muy difícil. Por ahora, más que las limitaciones por la ley electoral, lo que estamos notando es la falta de recursos. Conseguirlos es muy complejo. Tal vez más tarde, nos topemos con la ley electoral.

–¿Qué está suponiendo a nivel personal su implicación en la creación de este nuevo partido político?

–Realmente, muchos de mis amigos me preguntaban «¿cómo vas a dar este paso?». La experiencia está siendo muy interesante, partir desde cero es muy enriquecedor, viendo la política desde la primera fila. Es una experiencia que habría que recomendar a todos los ciudadanos, quizás no para mucho tiempo, pero sí durante un cierto periodo, para poder entender mejor cómo funciona todo esto.

–¿La política es ese territorio desalmado que hay en el imaginario colectivo?

–Habrá que esperar unos meses, pero hay cosas que ya sé que quiero cambiar en el sentido de que la política debe funcionar con otros valores, como la lealtad, que sí funcionan en otros ámbitos. Desde luego, es necesario hacer política desde los valores.

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